A pesar del creciente reconocimiento de la necesidad de diversidad en la publicidad, un estudio reciente sobre el Sentimiento Hispano realizado por We Are All Human revela una desconexión significativa entre las marcas y el mercado hispano. Esta desconexión indica un problema más amplio en la industria publicitaria, que sigue siendo uno de los sectores menos diversos, particularmente en una ciudad tan diversa como Nueva York.
El panorama actual
La industria publicitaria de la ciudad de Nueva York ha experimentado un crecimiento sustancial en las últimas dos décadas, con un aumento del 49.5% en los empleos, superando significativamente el crecimiento del 36.7% del sector privado de la ciudad. La industria también cuenta con algunos de los salarios más altos, con ingresos anuales medios que superan con creces a los de otros sectores de alto crecimiento como el cuidado de la salud a domicilio y los servicios de alimentos.
Sin embargo, la diversidad dentro de esta industria en crecimiento es insuficiente. Los trabajadores afroamericanos e hispanos están subrepresentados en la publicidad, constituyendo solo el 7.7% y el 14.8% de la fuerza laboral, respectivamente, a pesar de representar el 20.7% y el 27.6% de la fuerza laboral total de la ciudad. Esta disparidad es notable si se considera la demografía de la ciudad, donde los individuos hispanos representan el 29.1% de la población.
Disparidades salariales
Las disparidades salariales en la industria publicitaria resaltan aún más los desafíos raciales. A pesar de los salarios más altos en publicidad en comparación con otros sectores, los trabajadores afroamericanos e hispanos aún ganan menos que sus contrapartes blancas. El ingreso anual medio para los trabajadores asiáticos en publicidad es de $94,203; para los trabajadores hispanos, es de $75,362; y para los trabajadores afroamericanos, es de $72,064. En contraste, el salario medio para los trabajadores blancos es significativamente más alto.
Un caso importante: el mercado hispano
El fracaso de la industria publicitaria para conectar con el mercado hispano es un ejemplo flagrante de esta brecha de diversidad. El Estudio de Sentimiento Hispano de We Are All Human muestra que menos del 5% de las marcas logran interactuar con éxito con los consumidores hispanos, que representan el 20% de la población de EE. UU. Este fracaso no solo es una oportunidad perdida; destaca el problema más amplio de insensibilidad racial y falta de representación en los procesos creativos.
Consecuencias de la desconexión
Las consecuencias de esta desconexión son multifacéticas. Por un lado, las marcas pierden un segmento de mercado lucrativo, influyente y de rápido crecimiento. Por otro lado, la falta de representación y comprensión dentro de las agencias de publicidad lleva a campañas que pueden ser culturalmente insensibles o incluso ofensivas. Un ejemplo de esto fue el anuncio controvertido de KFC en Canadá, que fue criticado por sus connotaciones racistas y, sin embargo, se presentó para un prestigioso premio de la industria.
El camino a seguir
El sector público y privado deben invertir en la creación de más vías para las personas de color en la industria publicitaria. Iniciativas similares a las del sector tecnológico, como el NYC Tech Talent Pipeline, podrían replicarse para desarrollar un canal de talento diverso para la publicidad. Esto podría incluir el apoyo a programas que proporcionen exploración de carreras, pasantías pagadas y prácticas de contratación basadas en habilidades para abrir oportunidades para aquellos sin antecedentes académicos tradicionales.
Los líderes de la industria también deben comprometerse con esfuerzos genuinos y sostenidos para diversificar su fuerza laboral, lo que incluye no solo contratar a más personas de color, sino también garantizar que tengan las oportunidades de empoderamiento y crecimiento profesional necesarias para prosperar e influir en las decisiones creativas.
Conclusión
Los desafíos raciales de la industria publicitaria son emblemáticos de problemas sociales más amplios. Al no conectar con el mercado hispano y subrepresentar a las personas de color dentro de sus filas, las marcas no solo pierden oportunidades económicas significativas, sino que también perpetúan la insensibilidad cultural. Abordar estos problemas requiere un esfuerzo concertado para construir una industria publicitaria más inclusiva y equitativa que refleje la diversidad de las comunidades a las que pretende llegar.
Fuentes: