La marca japonesa celebra celebra tres décadas de su icónico SUV, con el lanzamiento del Honda CR-V Dream Pod, un concepto híbrido enchufable diseñado para disfrutar de la naturaleza sin renunciar a las comodidades del hogar.
Esta propuesta busca demostrar cómo sería un vehículo ideal para acampar todo el año. El CR-V toma como base la variante híbrida enchufable disponible en Europa.
Honda CR-V Dream Pod, inspiración nipona
Inspirado en los hoteles cápsula japoneses, el Dream Pod está diseñado para alojar cómodamente a dos personas.
Equipa componentes especiales para acampar, accesorios oficiales de Honda y detalles hechos a medida.
Con una autonomía eléctrica de hasta 50 millas, el Honda CR-V Dream Pod permite desplazarse en silencio y sin emisiones cuando se activa el modo EV, reduciendo al mínimo el impacto ambiental.
Su distancia al suelo de 159 mm y sus modos de tracción le permiten enfrentarse con los caminos más complicados. Además, el interior y el sistema de asistencia Honda Sensing 360 garantizan comodidad y seguridad, incluso en los entornos más remotos.
Un CR-V hecho para dormir bajo las estrellas
La pieza clave del Dream Pod es el Egoe Nestboard 650, una solución de camping integrada al maletero. Al abatir los asientos traseros, se despliega un colchón doble que crea una zona para dormir.
Dentro de su base se esconde un cajón con hornilla de cocina, fregadero plegable y espacio de almacenaje para utensilios y vajilla.
El interior ha sido optimizado para el descanso y la funcionalidad, con luces LED de lectura, mesas laterales extraibles y puertos USB. Cortinas oscuras a medida para las ventanas traseras y una persiana retráctil detrás de los asientos delanteros aseguran privacidad y un ambiente relajante.
Listo para ir de aventura a cualquier lugar
El Dream Pod también incluye accesorios pensados para mejorar la experiencia al aire libre.
Si deseas hacer más capaz tu Honda CR-V Dream Pod puedes incluir un portabicicletas Thule, una barra de remolque desmontable, tapetes de goma específicos e incluso umbrales de puerta iluminados.
El astrofotógrafo Benjamin Barakat fue uno de los primeros en probar el Dream Pod. Viajó a los Alpes italianos para capturar la belleza del cielo nocturno. Desde su campamento móvil, utilizó técnicas de time-lapse para fotografiar la Nebulosa de Orión en la Vía Láctea y el cúmulo estelar de las Pléyades, con más de mil estrellas.
