El Lincoln Navigator 2025 marca el inicio de su quinta generación con una renovación estilística y una mezcla de elementos ya conocidos y nuevas incorporaciones.

Sus proporciones son similares al modelo anterior, aunque ahora es ligeramente más ancho y alto. Dentro del habitáculo, se gana más espacio de carga, pero a costa de una leve reducción en el área para los ocupantes.

Renovación estética

Luego de su revelación el año pasado, durante la Semana Automotriz en Monterey, la marca de lujo me invitó a San Diego para poner a prueba su buque insignia.

Hablando de estética, el nuevo Navigator suaviza su apariencia manteniendo un perfil robusto. Al frente, integra faros más elegantes con una barra de luz que cruza la parrilla, coronada por el emblema de Lincoln.

Al acercarte, una secuencia de iluminación —conocida como Lincoln Embrace— da la bienvenida. El acabado Reserve ofrece detalles en cromo satinado y aluminio, mientras que el Black Label apuesta por un estilo más deportivo en negro brillante.

Desde el lateral, el SUV revela su verdadero tamaño: el modelo estándar mide 210 pulgadas, y la versión L suma casi un pie más en longitud total gracias a una mayor distancia entre ejes y un voladizo trasero extendido.

En la parte trasera, una nueva barra de luz une los faros, aunque el plástico translúcido que la recubre podría ser más resistente. La compuerta, ahora de doble apertura, sustituye el diseño anterior con ventana abatible.

Experiencia al volante del Lincoln Navigator 2025

El Navigator 2025 conserva el motor V6 biturbo de 3.5 litros con 440 hp y 510 lb-pie, acoplado a una transmisión automática de 10 velocidades y tracción total. Esto augura un desempeño similar al modelo previo, que alcanzaba las 60 mph en 5.3 segundos.

Pese a su tamaño, responde con agilidad y transmite confianza al acelerar. El sonido del motor es agradable, y aunque frenar implica una notable transferencia de peso al eje delantero, el comportamiento general es estable y predecible. En conducción habitual, destaca por su suavidad, aunque ciertas transiciones entre marchas y frenadas finales podrían mejorarse.

El confort es adecuado considerando su construcción con chasis independiente. Se perciben vibraciones leves y algo de rebote, aunque los amortiguadores adaptativos ayudan a suavizar la marcha.

La ventaja de esta arquitectura es una capacidad de remolque de 8700 libras, por encima de la competencia alemana.

Lincoln Navigator 2025 no está diseñado para maniobras deportivas, pero su desempeño en curvas es equilibrado. Eso sí, el sistema de selección manual de marchas mediante botones no resulta tan práctico como las paletas tradicionales.

Cabina tecnológica, con spa incluido

Inspirado en el Nautilus, el tablero incluye una pantalla curva de 48 pulgadas que cubre casi todo el frente, integrando instrumentos y funciones multimedia.

Su ubicación es ideal, pero su operación depende de una segunda pantalla más baja que obliga a apartar la vista del camino incluso para tareas simples como dirigir el aire acondicionado.

El volante presenta controles táctiles multifunción, lo que complica acciones simples como ajustar los espejos o los pedales, sobre todo para aquellos que no estamos muy familiarizados con este tipo de controles.

Sin duda, es mejor realizar estas funciones con el vehículo detenido. Afortunadamente, los mandos esenciales permanecen sin cambios.

Una gran ventaja es el sistema BlueCruise, que ahora añade cambios de carril automáticos y una explicación clara cuando se desactiva.

El funcionamiento del sistema de manejo semiautónomo en sencillo, intuitivo y, sobre todo, muy eficaz. Lo pusimos a prueba por algunas autopistas alrededor de San Diego y comprobamos su seguridad, incluso en labores de rebase.

Comodidad de bordo

En la versión más equipada, los asientos delanteros ofrecen ajustes eléctricos múltiples, calefacción, ventilación y masaje. Su altura permite una excelente vista frontal, y los programas de masaje ayudan a reducir la fatiga en trayectos largos.

La insonorización contribuye a una atmósfera tranquila que realza el sistema de audio Revel de 28 bocinas.

Al igual que su hermano pequeño, el Nautilus, Navigator ofrece la tecnología Rejuvenate, que ofrece un conjunto de estímulos sensoriales para relajarse. Esta función, como es obvio imaginar, solo se puede usar con el vehículo detenido.

En términos de acabados, predomina la calidad, aunque ciertos materiales del tablero y consola no están al nivel de los mejores del segmento. Eso sí, el ensamble es sólido, sin ruidos ni crujidos en marcha.

En la parte trasera, la segunda fila ofrece buen espacio para las piernas, pero pierde algo de altura. Curiosamente, la tercera fila ofrece más espacio para las piernas y casi la misma altura, lo que mejora su habitabilidad para adultos.

El área de carga ha crecido a 23 pies cúbicos, y en la versión L alcanza los 37. El nuevo portón dividido y la repisa ajustable añaden versatilidad para organizar objetos o usarla como respaldo al sentarse.

Nuestra opinión

El Navigator 2025 sobresale por su tecnología, diseño refinado y mejor capacidad de carga. Aun así, el sistema multimedia y el espacio trasero limitado son puntos que se pueden mejorar.

El precio de este SUV de tamaño grande parte de los $101,990 y llega a los $118,490 en la versión tope de gama, con un extra de $3000 si se elige la carrocería larga.

Esto lo posiciona por encima de varios rivales, como el Escalade o el Grand Wagoneer, aunque estos últimos ofrecen más potencia en ciertas versiones.

El Navigator podría liderar entre los SUV de lujo grandes, pero con una competencia tan reñida, la decisión final dependerá del gusto personal y qué aspectos estás dispuesto a comprometer.

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