- Pasajeros 4
- Tres filas No
- Tracción 4wd
- Motor 4.4
- Cilindros 8
- Inducción Turbo
- Caballos de fuerza 612
- Torsión 535
- Aceleración 0-60 3.3
- Velocidad máxima 201
-
CALIFICACIÓN IIHS:
G: BUENO, A: ACEPTABLE, M: MARGINAL, P: POBRE, ND: NO DISPONIBLE
El futuro de los autos eléctricos en EE. UU. pinta mal, según expertos
Hace algunos días, el analista John Murphy de Bank of America publicó su informe anual "Car Wars", que ofrece un panorama sombrío sobre el futuro de los vehículos eléctricos.
Aunque no ve una crisis general en el mercado estadounidense —incluso proyecta ventas anuales de hasta 18 millones de unidades en 2028—, advierte sobre un camino lleno de obstáculos.
El entusiasmo inicial por los EV ha resultado exagerado. Las expectativas de crecimiento no se están cumpliendo y, según Murphy (vía Automotive News), la demanda insatisfecha en el mercado estadounidense ronda los 10 millones de vehículos, especialmente en los segmentos más económicos.
Dicho en otras palabras, los fabricantes simplemente no están produciendo lo que los consumidores realmente quieren.

Futuro incierto para los vehículos eléctricos en Estados Unidos
Murphy calcula que la participación de los vehículos eléctricos (EV) en el mercado estadounidense alcanzará un máximo del 8% en los próximos cinco años, y señala la falta de políticas federales consistentes como uno de los principales factores.
En comparación con el 20% de adopción global de EV en 2024, ese 8% parece insignificante. De hecho, Murphy cree que ese podría ser el techo, lo que deja poco margen para el optimismo.
No anticipa un colapso del mercado, pero sí una notable caída en la diversidad de productos. Se espera que en 2025 lleguen menos de 30 modelos nuevos, un fuerte contraste con años anteriores. De aquí a 2029, el total apenas alcanzará 159 nuevos lanzamientos, lo que refleja la cancelación de numerosos proyectos.

¿China está adelantando a Estados Unidos?
Y aunque a menudo se mira a China como líder en electrificación, Murphy lanza una advertencia diferente: sugiere que la sobreproducción allí podría derivar en un colapso del mercado, con una guerra de precios que dejaría fuera a todos menos a los fabricantes más eficientes.
Nada de esto debería sorprender. La expansión de los vehículos eléctricos en gran medida de estímulos fiscales y regulatorios. Con el retiro de ese respaldo, las marcas deberán contener su impulso o arriesgarse a pérdidas significativas al vender vehículos con descuentos extremos para poder sacarlos del inventario.

Mayor plazo de pago para los coches cero emisiones
Los compradores buscan opciones más asequibles, pero las automotrices, al controlar las condiciones de financiamiento, han prolongado los plazos de los créditos: de los tradicionales 72 meses se ha pasado a 84, sacrificando los valores residuales.
En mayo, el precio promedio de un vehículo nuevo rondaba los $50,000, y con tasas de interés del 7%, solo quienes ganan cerca de $150,000 al año pueden costear esa compra.
La mayoría de los hogares gana menos de la mitad de eso. El mercado de usados tampoco ofrece alternativas, ya que la alta demanda está inflando los precios.
En resumen, la situación es preocupante. Los EV avanzan a paso lento y seguirán siendo un lujo para pocos. La oferta se reduce mientras las marcas se enfocan en los mismos formatos seguros: pickups, SUVs grandes y crossovers compactos.
La solución lógica sería abrir el mercado a la oferta china y permitir la entrada de EV económicos, pero eso es algo que no sucederá, al menos, en el corto plazo.