Durante la carrera final de la Copa Sprint de NASCAR, celebrada el pasado 20 de noviembre en el autódromo de Homestead, además estar llena de emoción por la épica lucha del título entre Carl Edwards y Tony Stewart, pudimos ver en la pista algo inusual. Cada que se ondeaba la bandera amarilla, el safety car en esta ocasión no era un Camaro, ni un Mustang, ni un Camry. Esta vez el pace car era una patrulla. Ford decidió dar a conocer a los asistentes y al público de la televisión su nuevo Police Interceptor. Fue algo realmente curioso ver una patrulla guiando a los autos de la competencia. En unos cuantos días estos vehículos oficiales estarán vigilando las calles y highways de Estados Unidos.
Existirán dos versiones del Police Interceptor, sedán y SUV, equipadas con la más alta tecnología. Para salvaguardar la integridad de los oficiales, estos vehículos están certificados para resistir colisiones traseras a 75 mph (120 km/h). Además instalan puertas a prueba de balas, un chasis de mayor resistencia ante un choque y un sistema de frenos con mayor poderío. Para dar alcance a los malhechores, ambas versiones llevan bajo el capó un V6 de 3.5 litros con 280 caballos de fuerza para el sedán y 300 caballos de fuerza en el utilitario. Habrá también un seis cilindros EcoBoost con altivos 360 caballos de fuerza y 350 lb-pie de torque. Queda claro que los nuevos Police Interceptor no tienen punto de comparación con el desaparecido Crown Victoria y su enorme V8 de 4.6 litros.