En Autoproyecto.com hemos sabido que Land Rover está por cambiar su práctica global de bautizo de vehículos, para tratar de poner fin a una situación que ha traído altos niveles de confusión al mercado americano desde hace unos años. En el futuro, cada modelo de Land Rover tendrá un solo nombre para todo el mundo y ninguno de esos nombres será alfanumérico. Dicho de otra forma, se acaban esas combinaciones de letras y números que nada significan para la mayoría de los compradores. De manera que en cinco años, desaparecerán nombres como LR2 o LR4, y los vehículos que los sucedan traerán los nombres con que se venden en el resto del mundo, actualmente por ejemplo, Freelander y Discovery. No hay mucho misterio en esto: antes de la llegada del LR4 en el 2004, ese mismo vehículo era el LR3, que previamente se llamaba Discovery, y el LR2 llevaba originalmente el nombre de Freelander. Se trata de simplificar lo que innecesariamente se había complicado.