El Mercedes-Benz SL (Sport Leicht en alemán) es un modelo fabricado desde 1954, y cómo no recordar en particular ese modelo si es el emblemático “Gullwing” debido a la configuración de las puertas y su particular apertura. Es el único en la historia de los SL (al día de hoy cinco generaciones) en haberse ofrecido así, porque aunque ahora lo hace también el SLS AMG, no es en sí un SL.
La existencia del “Gullwing” se debe principalmente al éxito del modelo en competencias, principalmente en 1952 dentro de La Carrera Panamericana celebrada en México, con el 300 SL, diseñado por Rudolf Uhlenhaut y conocido internamente como W194, el cual a diferencia del de venta al público era carburado. Posteriormente intervino la necedad de Max Hoffman, importador de Daimler-Benz en Estados Unidos, quien aseguró que el modelo sería un éxito comercial.
Así que se presentó en al Autoshow de Nueva York de 1954, como un objeto sumamente deseable; portaba un motor seis cilindros en línea de 3.0 litros, de ahí que las siglas sean 300. En ese entonces se le conocía internamente como W198 e integraba un sistema distinto de inyección de gasolina, el cual lo volvía ligeramente más potente que aquel de carreras. De hecho ¡era el auto de producción más rápido de su época! Max Hoffman no pudo estar más atinado: aseguró que el auto sería un suceso en el mercado estadounidense y lo corroboró al venderse aproximadamente el 80% de la producción total (cerca de 1,400 unidades entre 1954 y 1957) en dicho mercado. Hoy día, es un auto indispensable para quien se considere un coleccionista de automóviles. No son nada baratos y resulta complicado hacerse de uno, a veces incluso teniendo el dinero.