Ford ha dedicado un presupuesto de 1.000 millones de dólares en un esfuerzo destinado a inyectar nuevo aire a la marca Lincoln. A comienzos del 2011, el diseñador Max Wolff fue reclutado en Cadillac y se le asignó un estudio de diseño propio, separado del de Ford y un equipo de cerca de 120 ingenieros, diseñadores y mercadotécnicos. La tarea era crear una imagen nueva para la marca Lincoln, presentar siete vehículos nuevos antes del 2014, actualizar los modelos existentes MKS, MKZ, MKX, MKT y Navigator y agregarle al portafolio un carro compacto. Derrick Kuzak, jefe de productos de Ford, dijo entonces que los Lincoln no serían Ford con otros emblemas, aunque compartirían plataformas. La mayoría de los modelos tendría tracción disponible en las cuatro ruedas, sistemas activos de control de ruidos, dirección eléctrica y sistemas electrónicos de control de chasís y suspensión. Los primeros reportes de algunos analistas indican que los nuevos diseños son impresionantes. En el Auto Show de Los Angeles en noviembre podremos ver el completamente rediseñado MKS y el concepto de la nueva generación del MKZ debutará en el Auto Show de Detroit en enero del 2012.