El nuevo BMW M6 se ha mostrado al mundo, y pese a lo poco que ha dejado ver estamos seguros de que será muy imponente y sobre todo rápido, como demostró ser el M5 hace pocas semanas. Si de por sí el 650i ofrece un diseño sumamente soberbio y además tiene un manejo muy ágil, no sabemos qué espera de la versión M con 60 Hp más que su antecesor.
Al observarlo por el exterior se nota como todo un atleta; se ve demasiado musculoso sin grandes cambios sobre la versión normal del Serie 6. Las principales diferencias se notan en las fascias delantera y trasera, branquias laterales en la salpicadera, rines de 19 pulgadas (opcionales de 20) y las cuatro salidas de escape; aquellos más conocedores que vean la versión cupé por el toldo descubrirán que es de fibra de carbono, tal y como vimos por primera vez en el M3 (E92).
La motorización es V8 biturbo con twin Scholl de 4.4 litros, lo que se traduce en una potencia de 560 caballos de fuerza y 502 Lb-pie de torque. El cupé alcanza las 62 mph (100 Km/h) en 4.2 segundos, mientras que para el cabrio toma sólo una décima adicional. Para ambos la velocidad máxima está limitada electrónicamente a 155 mph (250 Km/h), aunque puede eliminarse con el paquete de controladores M y desarrollar hasta 189 mph (305 Km/h).
El consumo medio de este bravucón es de 28.5 mpg (12.1 Km/l); lo logra con sistemas como el Auto star-stop y la ya conocida tecnología Efficient Dynamics de serie, superior hasta en 30% respecto a los modelos anteriores. Se ofrece con una transmisión M de doble embrague, optimizada para proporcionar una tracción óptima, Launch control y asistencia de baja velocidad, manipulable desde la palanca en la consola o con las paletas de cambio al volante. Con lo poco que sabemos hasta el momento, estamos seguros de que queremos ponerle las manos encima y esperamos que eso suceda muy pronto.