Dan Akerson, Presidente y CEO de General Motors, acudió a testificar sobre los Volt en que se habían producido incendios en pruebas sobre accidentes, saliendo al paso de una evaluación preliminar de la NHTSA (National Highway Transportation Safety Administration).
Akerson se presentó tan orgulloso del Volt como lo está General Motors y comenzó platicando un poco sobre la historia del modelo. Fue un modelo presentado en el NAIAS (North American International Autoshow) del 2007, que se aprobó como proyecto de producción en 2008, mucho antes de la quiebra y la intervención de fondos del gobierno.
Mencionó que el 93% de los propietarios de un Volt reportan altos niveles de satisfacción con sus autos. Además afirmó que las perspectivas de la marca con el auto son a largo plazo; se diseñó un auto en el que se pudiera circular sin temor a que la batería se agote antes de llegar a destino. El Volt consigue un rango de más de 35 millas (50 kilómetros) con el motor eléctrico y 375 millas (600 kilómetros) adicionales si interviene el de combustible, lo suficiente para recargarlo o visitar una estación de gasolina. Akerson comentó: “con la ingeniería del Volt hemos mostrado al mundo lo grande que hacemos los vehículos en General Motors”.
Comentó que las pruebas realizadas por la NHTSA que produjeron incendios de la batería fueron bajo condiciones de laboratorio que ningún conductor experimentaría en el día a día. Dijo que en una de las pruebas, el fuego tardó siete días en aparecer y en otra tres semanas. Mencionó que con tales resultados no consideraron que fuera un riesgo inminente, pero que se tomaron cartas en el asunto pues el cliente es prioridad; se ofreció un auto prestado a cada cliente de un Volt mientras se solucionaba la situación e incluso comprarle el auto de vuelta. Al mismo tiempo un equipo de ingenieros trabajó para desarrollar una mejora adecuada al sistema de batería, cuya implementación en la línea de producción y autos de clientes comenzará en un par de semanas.
Akerson aseveró que no debe arrojárseles una luz inmerecida que daña una prometedora nueva tecnología, que como dijo el Wall Street Journal debían dejar de lado el rencor y saborear el orgullo estadounidense por crear una tecnología digna de exportación.