No, el fabricante del óvalo azul no ha vendido su marca de lujo Lincoln, sino que ha abierto un estudio de diseño en su instalación de Dearborn, Míchigan. De esta manera, los futuros modelos de la división ya no consistirían más en Fords modificados con algún toque de cromo y de madera. Un ejemplo de ello, es el MKZ 2013, que se que sigue una ruta propia de diseño. Con garantías del jefe ejecutivo de Ford, Mark Fields, y el gurú del diseño J. Mays sobre un futuro más brillante de Lincoln, nuestro informante no ve la hora de presenciar lo que vendrá.