Para ello, las búsquedas de Volvo se centran en tres ámbitos para potenciar la seguridad de sus modelos; soporte de conducción autónoma, soporte en intersecciones y la detección de animales.
El soporte de conducción autónoma ayuda al conductor a permanecer en el carril y seguir el ritmo del tráfico en un embotellamiento. Así, utilizando los datos de una cámara y sensores, el automóvil puede seguir al vehículo que circula delante, mientras que motor, frenos y dirección responden de manera automática.
En cuanto al frenado automático en intersecciones tiene por objeto que la unidad responda de forma instantánea ante situaciones críticas, mientras que el tercer ámbito de trabajo consiste en un sistema de detección de animales para evitar o minimizar colisiones, principalmente a altas velocidades.
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