Este Rolls Royce Silver Shadow 1974 es el automóvil más rápido que hay. Su creador, Matthew Wright, de 45 años, decidió dotarlo de tan solo 2,300 caballos de fuerza que se originan a partir de n V8 twin-turbo de 9.6 litros. Así es, este automóvil tiene una potencia casi dos veces más potente que el Bugatti Veyron o en su defecto, cuatro veces más que el V8 de 4.5 litros del Ferrari 458 Italia.
Con tal poder no es sorprendente que el 1/4 de milla lo realice en menos de ocho segundos con una velocidad de 282 km/h, mientras que el 0 a 62 mph (100 km/h) lo realiza en en sólo 1.5 segundos. Para conseguir las 200 mph (320 km/h) este Rolls-Royce de 1,270 kilogramos necesita de siete segundos.