Un 17 de abril de 1964 Ford Mustang 1965 salió oficialmente a la venta. Pero antes de ello miles de Mustangs habían sido enviados de la fábrica Rouge en Dearborn, Michigan, a los distribuidores en toda América del Norte para que estuvieran disponibles en los concesionarios. Sin embargo, no todos los vehículos estaban destinados a ser vendidos a los clientes.
Entre los cientos de vehículos existía un convertible en color blanco con el número de serie 5F08F100001 que había sido entregado al distribuidor George Parsons Ford en el oeste de Cañada en St. Johns, Newfoundland. Ese Mustang junto con otras 180 unidades, no estaban destinados a ser vendidos a los clientes. Se suponía que esos modelos de preproducción se utilizarían para pruebas internas y promoción.
Sin embargo, el piloto Capitán Stanley Tucker vio el nuevo convertible y sabía que tenía que tenerlo. Por lo que Tucker convenció a Parsons de que se lo vendieran sin saber de la importancia de la venta.
Un par de semanas después la compañía se percató que el Mustang número 1 había sido vendido sin darse cuenta, por lo que funcionarios de Ford fueron con el Capitán Tucker para tratar de tener de vuelta esa emblemática unidad. Tucker encontró demasiada diversión en su nuevo Mustang que en un principio se negó a venderlo a la compañía.
Para el 2 de marzo de 1966, menos de dos años después de que comenzó la producción del Mustang un millón.
Por medio de esa unidad la empresa logró intercambiar el Mustang número uno por la unidad un millón, otro convertible de color blanco. Finalmente, Tucker y Ford llegaron a un acuerdo.
¿Tú qué hubieras hecho si fueras el Capitán Tucker?