A pesar de ser más ligero es más grande que antes, su distancia entre ejes es 60 mm más larga. Esta vez de serie equipa rines de 19 pulgadas. De acuerdo con Porsche es 40% más rígido que el viejo Cayman, esto llevado a la práctica permite una dinámica de conducción formidable, por momentos me atrevería a decir que más deliciosa que la de un 911. Claro que sin comparar caballos de fuerza. Y es que la docilidad que ofrece un vehículo con motor central permite un talante sobre el asfalto sin comparación.
Al igual que sucede con todos los 991, la dirección es asistida por un motor eléctrico , en lugar del sistema hidráulico. Se puede elegir entre una caja de cambios manual de seis velocidades o una automática de siete velocidades de doble embrague PDK. En las especificaciones técnicas podemos ver que este Cayman S llega de 0 a 62 mph (100 km/h) en 4.6 segundos y alcanza una máxima de 176 mph. Quien adquiere un modelo como este poco importa si decimos que ofrece un consumo de 35 mpg.
Estamos de acuerdo que con la caja manual de seis velocidades nosotros tenemos el control absoluto de la labor, por lo que la diversión está garantizada. Pero tampoco podemos negar que por muy ágiles que seamos con pies y manos la PDK siempre hará mejor las cosas en cualquier termino. Además de ser más ágil es más económica y suave. Bien vale la pena pagar el costo extra que existe entre una y otra. Con los frenos de acero Cayman S hace un trabajo aceptable pero si quieres una conducción optima también habría que gastar un poco más para hacerse de los servicios de los discos cerámicos de carbono.
Lo que si no logramos entender es como un vehículo como este tiene –relativamente- poca potencia. Será tal vez ¿qué no quiere robar cámara al 911?. Si nos ponemos a desglosar el número de caballos de fuerza frente a la cantidad de dólares podemos encontrar una serie de modelos con mayor potencia a un menor precio. En este caso habrá que pagar por la tecnología y sobre todo el abolengo. Porsche es Porsche.
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