La víctima más reciente del fenómeno de downsizing es el Audi R8, el cual, como ya se venía rumorando, añadirá una versión equipada con un motor de seis cilindros. En otras palabras, como dice la canción de Queen, "Otro Más Muerde el Polvo".
Este Audi R8 suplirá al modelo equipado con un V8 de 4.2 litros naturalmente aspirado y utilizará el motor que ha sido desarrollado en conjunto con Porsche, que equipa el Panamera S, y que prontamente equiparán otros modelos de la marca de los cuatro aros como el RS4, RS5 y RS Q5.
Como se los he mencionado anteriormente, la razón principal de éste cambio son las reglas sobre la reducción de emisiones y el beneficio que representa en mercados donde los motores de gran capacidad son castigados con altos impuestos, principalmente China, pero también en ciertos mercados de Europa.
En China, por ejemplo, cualquier auto equipado con un motor de más de 3.9 litros de desplazamiento, es castigado con un impuesto que el dueño debe pagar cada año y que aumenta proporcionalmente con la cilindrada del motor.
Además de ser menos sediento que el ocho cilindros, el nuevo V6 de 2.9 litros y doble turbo también será más poderoso.
En su versión actual en el Panamera S, el bloque produce 434 caballos de fuerza a 5,650 revoluciones por minuto y 405 libras de torsión por pie lineal entre 1,750 y 5,500 rpm. Como comparación, el último R8 con motor V8 producía 424 caballos de fuerza.
Audi ha confirmado que el motor será ofrecido con diferentes niveles de potencia y torsión, dependiendo de la especificación del auto.
Por ahora, se especula que podría llegar a ofrecer hasta 500 caballos de fuerza y 500 libras de torsión por pie lineal gracias en su mayoría a un aumento en la presión del turbo.
Así que no queda más remedio que irse acostumbrando al fenómeno del downsizing, al que también se le irá agregando el componente híbrido, tal como sucede en la Fórmula 1.