El Test Drive Honda Ridgeline AWD Black Edition 2017 es sin duda uno de los más divertidos y variados que hemos hecho recientemente. Se merece un 10 por dónde quiere que se le vea.
Para empezar, la popular pick up de Honda fue totalmente rediseñada tras un año de ausencia del mercado y dejó atrás la crisis de identidad que tenía como mitad pick up y mitad SUV sin ningún estilo definido.
Para 2017, los diseñadores de Honda lograron darle una imagen que si bien no es la de la pick up más agresiva, sí tiene la imagen propia de una camioneta mediana de carga.
Con los cambios de diseño y sobre todo con la inclusión de la chasis “unibody” - a diferencia del “body on frame” de los modelos de la competencia, la Honda Ridgeline tiene una clara ventaja en la experiencia de manejo sobre la Toyota Tacoma, la Chevrolet Colorado y su hermana gemela GMC Canyon.
Equipada con el motor i-Vtec V6 de 3.5 litros con la tecnología Earth Dream, tiene suficiente potencia para realizar trabajos propios de una pick-up, como remolcar hasta 5,000 libras y además ofrecer una experiencia de manejo suave y confortable, especialmente en viajes largos.
En pocas palabras, la Honda Ridgeline 2017 es una pick up que se maneja como una Honda Pilot o incluso un Honda Accord.
Test Drive Honda Ridgeline AWD Black Edition 2017
El sistema inteligente de control de tracción - con modos de manejo específicos para Fango, Arena, Nieve y Condiciones Normales -, permite el ajuste con la simple presión de un botón y no afecta el rendimiento de gasolina, que durante el Test Drive fue de 18 millas por galón en ciudad y 25 en carretera.
El paquete Honda Ridgeline Black Edition 2017 le agrega una serie de accesorios cosméticos y detalles de lujo que la separan del resto, en particular los asientos forrados en piel y las costuras visibles en hilo rojo.
De noche, la cabina se ilumina con lámparas de tecnología LED para acentuar aún más el nivel de lujo y exclusividad.
La cabina tiene capacidad para cinco pasajeros, aunque la segunda fila de asientos no es tan cómoda para tres adultos.
Lo mejor de todo está en la cama de carga, con el sistema de audio que no se ve, pero se escucha perfectamente, gracias a la ingeniosa aplicación de un sistema que utiliza las paredes de paneles plásticos de la cama como caja de resonancia. La música se puede acceder a través del equipo de audio de la camioneta, a través de aplicaciones dedicadas o con el acceso a los dispositivos móviles con Bluetooth.
Y el maletero oculto debajo de la parte posterior de la cama de carga, le agrega un nivel de utilidad y seguridad que deja a sus rivales muy detrás de la competencia. El compartimiento es suficientemente amplio para llevar un “cooler” grande, herramientas de trabajo o equipo deportivo que se oculta y queda bajo llave, totalmente seguro.
Aunque el compartimiento tiene una llave, se puede abrir y cerrar con el control remoto general y hablando de abril y cerrar, el portón trasero de abre de la forma convencional hacia atrás o hacia la izquierda, gracias a la aplicación de una bisagra doble. Otro detalle de gran comodidad.
¿Me la compro?
Sin lugar a dudas! La Honda Ridgeline Black Edition 2017 es uno de los mejores modelos del segmento de pick ups medianas. Tiene suficiente espacio para cinco pasajeros y la cama de carga mas “inteligente” del mercado. Cuenta incluso con el único sistema de parlantes para el mejor Tailgating Party del mundo.
La capacidad de remolque y el maletero oculto bajo las cama de carga, la ponen en un nivel de utilidad sin paralelo.
Si le vamos a encontrar un problema, sería el precio total de $43,770. Especialmente esta Black Edition - el modelo más equipado de la gama -, que llega al precio total de una pick up grande. Honda ofrece versiones a partir de los $29,000, así que existe un amplio rango de precios para ajustarse a todos los presupuestos.
Sin embargo, debemos aclarar que se trata de un vehículo único en su clase, ya que combina la experiencia de manejo de un auto, con la capacidad de carga y remolque de una pick up.
Se podría decir que no tiene competencia y nos hace pensar ¿qué pasaría si Honda decidiera hacer una pick-up full-size como Toyota Tundra?