La subasta Mecum Kissimmee 2017 fue dominada por los modelos Corvette. Esta es una de las subastas más grandes del mundo dedicada a los autos clásicos. Inició el 6 de enero y finalizó el 15. El escenario elegido fue el Osceola Heritage Park de Kissimmee, Florida.
A continuación algunas de las piezas que se subastaron y el precio que lograron alcanzar. Es importante anotar que muchos de estos coches provinieron de las colecciones privadas de Jackie y Gary Runyon, Colts Neck y Tom Lembeck.
1965 Chevrolet Corvette Convertible: $160,000
1963 Chevrolet Corvette Split Window Coupe: $140,000
1956 Chevrolet Bel Air Resto Mod: $127,500
1963 Chevrolet Corvette Split Window Coupe: $122,000
1957 Pontiac Bonneville Convertible: $122,000
Estos fueron los autos subastados el 13 de enero:
1965 Plymouth Belvedere A/FX Haulin Hemi II
1963 Pontiac Catalina Swiss Cheese
1962 Shelby Cobra Roadster
1969 Dodge Hemi Daytona
2012 McLaren MP4-12C High Sport
Mecum Kissimmee 2017, nueve días de autos de ensueño
Fueron en total nueve días los que duró la subasta Mecum Kissimmee 2017. Los organizadores afirman que fueron aproximadamente 3,000 lotes, la mayoría de ellos modelos de colección, aunque también había vehículos exóticos y clásicos de firmas europeas.
En total, el catálogo de piezas de la subasta Mecum Kissimmee 2017 constaba de 120 páginas, de autos de históricos de las décadas de los sesenta, setenta y ochenta.
Fueron en total 299 unidades del Chevrolet Corvette las que subastaron, seguidas de 153 modelos Mustang y algo así como 138 Chevrolet Camaro. Pero no fueron los únicos, también se subastaron 10 ejemplares de los codiciados Plymouth Superbird y Dodge Daytona, 25 Dodge Charger de la década de los 60, 66 Pontiac Firebird, de los cuales 49 correspondían a la versión Trans Am.
Resultó curioso observar un Plymouth Cuda convertible que se quedó con su propietario, debido a que sólo alcanzó una puja de $875,000, muy por debajo del millón de dólares que querían por él.
Igual caso fue el un Shelby Cobra de 1962 que tampoco encontró comprador, puesto que el propietario deseaba más de un millón de dólares por este invaluable vehículo, una variante de competición perteneciente al piloto Lance Reventlow.