La inminente llegada de los vehículos de conducción autónoma hará del parabrisas la 5ta. Pantalla del auto y servirá para que la atención de sus ocupantes quede disponible para otras actividades más allá de manejo.
El automóvil se va a convertir en un ecosistema de atención, un espacio en el que pasamos un promedio de 1,5 horas al día y donde el parabrisas será la gran pantalla en la que consumiremos contenidos… y recibiremos potencialmente mensajes publicitarios, lo que va a influir decisivamente en el propio modelo de negocio de la industria del automóvil.
El modelo inicial de fabricar vehículos y venderlos (autos por dinero), ya se está transformando en el de ofrecer movilidad como un servicio (dinero por millas), que puede resultar mucho más rentable para los fabricantes y más accesible para los consumidores.
Ambos bandos se complementarán con el de ofrecer contenidos dentro del coche (dinero por horas de visualización), lo que demuestra haciendo cuentas simples.
“El modelo de negocio de la industria del automóvil va a cambiar por completo y el parabrisas va a convertirse en la parte más importante de un coche”, dijo Christoph Keese Vicepresidente de Axel Springer, durante el Best of Belron, quien puede sonar exagerado, pero quien en realidad está muy cerca de la realidad.
En 2017 se vendieron cerca de 80 millones de automóviles en todo el mundo, a un precio medio de 16,250 euros ($18.930), lo que se traduce en una cifra global de 1,3 billones de euros ($1.5 billones).
Esos vehículos recorrieron unos 100 billones de millas a lo largo del año, por lo que si se hubiera cobrado un euro por kilómetro, se habrían recaudado 16 billones de euros ($18.6 billones) o 12 veces más que vendiendo esos coches).
Parabrisas, la 5ta. pantalla del auto para la conducción autónoma
Pero hay otra fuente de ingresos en el automóvil aún mayor y que todavía está por explotar. Siguiendo con el mismo cálculo, esos 16 billones de kilómetros recorridos, a 25 millas por hora de velocidad promedio, el resultado son 400.000 millones de horas en el vehículo.
Teniendo en cuenta una ocupación promedio por automóvil es de 1,55 personas, salen 600.000 millones de horas que las personas pasan dentro de su coche cada año en todo el mundo.
Con los vehículos de conducción autónoma, todas esas horas se podrán pasar delante de una gran pantalla –el parabrisas- en la que veremos nuestros programas, series, películas o eventos (deportivos, musicales…) favoritos.
Porque cada vez estamos más inmersos en el mundo digital y queremos que las experiencias digitales que vivimos fuera del coche continúen cuando nos desplazamos con él.
Además de un precio de suscripción a esos paquetes de contenidos, se podrá explotar la publicidad que se mostrará a los ocupantes de los automóviles.
Una publicidad, por otro lado, que podrá integrarse con la localización del vehículo y sus sistemas, como el de navegación.
Haciendo una estimación de 10 euros de ingresos por hora de visualización, este nuevo mercado generaría un volumen de 60.000.000.000.000 de euros anuales (46 veces más que vendiendo coches y 3,75 veces más que ofreciendo servicios de movilidad).
El verdadero auge de la distribución de contenidos en el automóvil llegará con los vehículos autónomos de nivel 4 y 5, en los que no es necesaria la intervención del conductor.
Y queda trabajo por delante para diseñar los parabrisas pantalla que mejor se adecúen a esta nueva funcionalidad con la tecnología disponible.
Por ejemplo, ¿el parabrisas será un monitor o una pantalla que refleje las imágenes de un proyector?
Se está estudiando qué tecnología permitirá cumplir con todos los requisitos necesarios.
El parabrisas pantalla ideal tendría que tener una opacidad variable, para ser completamente traslúcido cuando los ocupantes quieran ver el paisaje, completamente opaco cuando se quiera ver una película, y con diferentes grados de transparencia para poder lanzar pantallas de información, o elementos de realidad aumentada, que se relacionen con la realidad que se ve a través del parabrisas.