Bienvenidos al Ford Weather Factory, donde el sol quema como en el desierto, hay suficiente frío para hacer un muñeco de nieve y un huracán de categoría 5 desata su furia 5 en la habitación de al lado.
El nuevo Centro de Pruebas Medioambientales de Ford pone todas las condiciones climáticas del mundo bajo un mismo techo, permitiendo a los ingenieros probar nuevos modelos, en las condiciones más exigentes y conseguir las condiciones climatológicas que quieran en cualquier momento del día.
Altitudes superiores a las del Mont Blanc, la cima alpina más alta, velocidades del vehículo y del viento de hasta 155 millas por hora (250 km/h), nieve, luz solar intensa y lluvia son algunas de las condiciones que se pueden generar pulsando tan sólo un botón en el centro de pruebas medioambientales de automoción más avanzado de Europa.
En un área del tamaño de un campo de fútbol, los ingenieros pueden someter los vehículos a exigentes "viajes" por todo el mundo, desde el calor del desierto del Sahara, hasta el frío ártico de Siberia o la pesada humedad de Costa Rica.
Con una inversión de 70 millones de euros, el centro de pruebas cuenta con el primer túnel de viento para automóviles que puede simular una altitud de 5.200 metros, la misma elevación que el Campo Base Norte del Monte Everest, y es el primero que permite recrear una variedad de condiciones climatológicas tan amplia bajo un mismo techo.
Las instalaciones también pueden enfriar dos habitaciones hasta los -40ºC y calentarlas hasta 55ºC, además de generar un 95 por ciento de humedad. Las temperaturas extremas hacen que las instalaciones del Centro de Desarrollo de Productos John Andrews de Ford en Colonia, Alemania, sean el lugar más cálido, frío y húmedo de Europa y el hogar del punto más alto de Europa Occidental.
Ahora que se encuentra en pleno funcionamiento, los ingenieros pueden trabajar en hasta 10 vehículos diferentes simultáneamente. Las pruebas cubren el confort, la seguridad y la durabilidad, así como el rendimiento eléctrico, los frenos, el aire acondicionado, el remolque, la calefacción de la cabina y las situaciones de atascos.
Los ingenieros analizan los efectos de los vientos de alta velocidad en las partes exteriores, comprueban el comportamiento frente a la lluvia y la nieve, y ven lo rápido que se descongela un parabrisas a diferentes temperaturas.
Todos los vehículos Ford serán puestos a prueba en estas instalaciones, que cuentan con tres túneles de viento climático, incluyendo un laboratorio de gran altitud, y cuatro cámaras de prueba con control de temperatura, una de las cuales también facilitará las pruebas de humedad.
En total, la instalación requiere 11 megavatios de electricidad, cantidad suficiente para abastecer a un pequeño pueblo de 2,400 habitantes, que proviene de una fuente totalmente renovable y respetuosa con el medio ambiente.
La electricidad suministrada por RheinEnergie procede de fuentes sostenibles certificadas en Escandinavia y cubre la totalidad de las necesidades energéticas de las instalaciones de Ford en la zona.
El innovador centro de pruebas complementa las instalaciones de pruebas que incluyen el campo de pruebas de Ford Lommel, en Bélgica, donde se encuentra una pista específica para pruebas de baches, pruebas de viento lateral y baños de agua salada y barro.