Si quieres un modelo de colección que no tenga cualquier coleccionista de autos clásicos entonces el Plymouth Belmont concept es el coche que estás esperando. Se trata de un raro automóvil que salió en la década de los cincuenta, una época en la cual los principales fabricantes estaban lanzando decenas de prototipos.
Fabricado en Estados Unidos y diseñado por Briggs Manufacturing, el Plymouth Belmont concept fue presentado de forma oficial en los auto shows de Chicago y Nueva York de 1954.
Como podemos apreciar, tenía muchos de los esbozos que más tarde llegarían con los modelos de producción en serie de otras marcas, como el Chevrolet Corvette o el Ford Thunderbird. Dicho de otra forma, sus líneas sirvieron de inspiración. Sin embargo, este atractivo modelo experimental nunca llegó a la etapa de producción en serie.
Ahora Barrett-Jackson lanzará a subasta este auto en los próximos días. Un detalle singular es que esta empresa ya había vendido esta misma unidad en el año 2014. En aquel entonces recibió por ella un millón 320 mil dólares.
Plymouth Belmont concept, un auto sobreviviente
Este es el único prototipo Belmont fabricado. Luego de ser mostrado en los salones automotrices, fue a parar a las manos de Virgil Exner, entonces vicepresidente de diseño de Chrysler, quien lo rescató de una destrucción segura, luego de que los directivos del corporativo dijeron que nunca se llevaría a la etapa de producción en serie.
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De esta forma, el ejecutivo lo dejó como parte de su colección personal. Años después, el Plymouth Belmont concept 1954 fue restaurado a conciencia para lograr que su aspecto fuera impecable.
Cuenta con una carrocería de fibra de vidrio, pintada de color rojo e interior blanco. Bajo el cofre, presume un motor 4.0 litros V8 que desarrolla 160 caballos de fuerza, los cuales llegan a las ruedas a través de una transmisión automática de tres velocidades.
El Plymouth Belmont concept 1954 está fabricado sobre un chasis Plymouth convencional. El parabrisas fue fabricado con plexiglás. No faltan, claro, algunos detalles propios de los autos de concepto, como la ausencia de manijas en las puertas de la carrocería, por lo que para acceder al interior, las puertas deben abrirse desde el interior.
