Es 1983 y estamos en el Nürburgring. Stefan Bellof, a bordo de uno de los Porsche más emblemáticos de todos los tiempos, el 956, logra un tiempo de 6:11.13 en la segunda etapa de clasificación, un hecho que solamente fue documentado en una hoja y no causó revuelo. 35 años 31 días después llega el Porsche 919 Evo y cambia todo.
La destrucción del legendario récord de pista llega en una época donde los tiempos de vuelta en el famoso Circuito del Norte en Alemania se ha vuelto un culto, una obsesión, y una exigencia de los fanáticos para que las marcas que dicen haber roto un récord lo demuestren con la mayor cantidad de datos posible.
Además de esto, el Nürburgring hoy es más rápido y más seguro debido a los cambios que se hicieron hace un par de años, sobre todo en la calidad del pavimento. Pero a pesar de esto, la diferencia de los tiempos es tan grande que no se puede atribuir simplemente a esas modificaciones en el terreno.
Porsche 919 Evo, un récord para la posteridad
Comenzando el día, el Porsche 919 Evo -una versión sin restricciones del auto campeón del WEC y ganador de las 24 Horas de Lemans en 2017- conducido por Timo Bernhard, estableció su primer tiempo de vuelta a las 8 am en punto, deteniendo los relojes en 6 minutos 38.57 segundos. Una vuelta de calentamiento. Después, el tiempo fue de 5:31.899 y la vuelta 3 de 5:24.36. No lo suficientemente buena.
Llegó la cuarta vuelta, esta vez el Porsche 919 Evo se veía más rápido que nunca, las placas de protección sacaban chispas al rozar con el pavimento y la suspensión se encontraba en compresión. ¿El tiempo? 5:19.55, unos 52 segundos más rápido que el récord establecido hace más de tres décadas.
Si tuviera una crítica sería el hecho de que el récord fue establecido bajo condiciones controladas y no en una carrera o clasificación como a muchos nos gustaría ver. A pesar de ello no deja de sorprenderme y dejar con la boca abierta.
Disfruta el video, pareciera que estás en un videojuego con un cheatcode que te hace extremadamente rápido.