Quizá en la actualidad, escuchar sobre vehículos que pueden sobrepasar sin problemas la barrera de las 248 mph (400 km/h) no es algo tan raro y cada vez son más los fabricantes que desarrollan vehículos con estas exageradas prestaciones, pero en 2005 solo había un modelo capaz de superar este récord de velocidad, el Bugatti Veyron.
En efecto, uno de los superautos más legendarios de todos los tiempos está cumpliendo 15 años de aquel impresionante logro.
Bugatti Veyron, una leyenda actual
Cuando el Grupo VAG decidió hacerse con los derechos de producción de Bugatti y renacer la fábrica de Molsheim, pocos imaginábamos lo que se avecinaba.
Fue un proyecto que tardó más de seis años en concretarse y que pasó por muchas etapas de desarrollo, convirtiéndose paulatinamente de un sedán con un motor de 18 cilindros al primer hiperdeportivo conocido en la historia automotriz.
Llegó el día anhelado para el récord de velocidad
Luego de una minuciosa preparación, finalmente llegó el día elegido: 19 de abril de 2005, la fecha marcada en el calendario donde el bólido francés se enfrentaría al máximo desafío para todos los superautos.
La tarea no era fácil. El bólido de Molsheim llevaba a cuestas el reto de arrebatarle el trono del auto de producción más rápido del mundo al Koenigsegg CCR, que pocos meses atrás logró destronar al McLaren F1, que ostentaba el récord desde 1992, con una velocidad de 245 mph (395 km/h).
El objetivo era grande y claro, lograr superar la barrera de las 248 mph (400 km/h).
Uwe Novacki, piloto de pruebas de la marca francesa y encargado principal de dicha hazaña era un viejo lobo de mar conduciendo vehículos por encima de las 180 millas por hora (300 km/h), sin embargo, este sería un reto mayúsculo, uno que marcaría historia, aunque nunca mostró señales de nerviosismo.
Así fue como comenzó el recorrido en la pista de pruebas de Molsheim, donde vuelta a vuelta el Bugatti Veyron demostraba sus enormes capacidades y de paso presumía algunas novedades muy interesantes en toda su carrocería como las superficies de aerodinámica activa que ayudaban a regular la estabilidad a medida que se elevaba su velocidad.
El corazón que logró el récord de velocidad
Tampoco podemos dejar de mencionar a uno de los protagonistas de esta historia: el potente motor W16 de 8.0 litros con cuatro turbos que entregaba 1,001 caballos de fuerza y 922 lb-pie de torque que se transferían a las cuatro ruedas para lograr el impulso necesario.
Fue así como, después de algunas vueltas en la pista, por fin el Bugatti Veyron logró lo impensable, sobrepasar las 248 mph y seguir acelerando hasta alcanzar su primer récord de velocidad, 250 mph (407 km/h), una proeza que hasta hace muy poco no parecía más que un sueño lejano.
Bugatti lo volvió a hacer
Desde entonces, Bugatti se ha convertido en un verdadero referente de la velocidad y ha mantenido una batalla encarnizada con fabricantes como Koenigsegg y Hennessey para mantener el preciado récord.
Y vaya que la firma francesa lo ha hecho bien. Como recodaremos, hace algunos meses, Bugatti consiguió hacerse con la corona una vez más gracias al Chiron Super Sport 300+, que logró superar por primera vez las 300 millas por hora (482 km/h) marcando una velocidad máxima de 304.7 mph (490.48 km/h).
¿Qué sigue?
Sabemos que las grandes marcas fabricantes de superdeportivos no están concentradas en las ventas masivas. Para ellas es suficiente vender algunos pocos modelos al año para mantener unas finanzas saludables y ese es el caso de Bugatti. Es por esta razón que estas empresas pueden concentrarse en demostrar todo el poder de sus autos.
Para la firma Molsheim lo que sigue es continuar perfeccionando sus autos con el fin de mantener su récord de velocidad. El Bugatti Chiron está a unos pocos meses de salir de producción para dejar su sitio a la siguiente leyenda.
Será entonces cuando el sucesor del Veyron y del Bugatti Chiron tendrá la misión de defender el trono frente a los competidores que desean arrebatárselo, como el Koenigsegg Jesko o el temible Venom F5 de Hennessey, que también desea quedarse con el récord de velocidad.