Acura es uno de los pocos fabricantes que consienten a sus fanáticos más cercanos con ediciones especiales fabricadas enteramente a mano y es que sus PMC Edition son mundialmente conocidas por su enorme nivel de atención al detalle, su proceso de fabricación tradicional y por supuesto un rendimiento sin igual, tal como lo demuestra el recién presentado Acura TLX Type S PMC Edition.
Tal como en cada PMC Edition, el nuevo TLX Type S de la marca incluye detalles únicos. El exterior se adorna con tres tonos de carrocería específicos para esta edición; rojo Curva Red, blanco 130R White y el ya conocido azul Long Beach Blue. También encontramos un nuevo alerón en fibra de carbono sobre la cajuela, un difusor en la parte baja de la fascia trasera, salidas de escape cuádruples en cromo negro, también en fibra de carbono, techo en color negro, manijas en color negro, rines ligeros con radios en “Y” y tuercas de color negro sobre neumáticos Pirelli P-Zero.
Acura TLX Type S PMC Edition, interior
Pasando a la cabina del Acura TLX Type S PMC Edition, encontramos varios detalles dignos de destacar, empezando por la placa identificativa con el número de fabricación de la unidad, un nuevo volante de fondo plano con calefacción, tapetes Premium con el logotipo Type S y ribetes al color de la carrocería, estribos Type S iluminados, paneles en fibra de carbono, y detalles en acabado negro brillante que acompañan a la tapicería en cuero milano de color Ébano, rojo u Orquídea, dependiendo del color exterior elegido.
Cabe destacar que, como ya es una tradición, este sedán de lujo será fabricado completamente a mano en el Performance Manufacturing Center de la firma japonesa y pasará por el mismo proceso de control de calidad que el NSX PMC Edition, incluyendo las pruebas de dinamómetro, inspección de pintura y simulador de caminos en mal estado, todo para asegurar el perfecto funcionamiento del sedán de lujo japonés.
Todas las unidades producidas contarán con una cubierta durante su manejo y envío especialmente diseñada para proteger la pintura del vehículo mientras los vehículos se transportan hacia los concesionarios, en un proceso meticuloso que no utilizará a las clásicas madrinas, sino que se realizará con transportes de carga especialmente diseñados para transportar únicamente una de estas unidades a la vez.