En una época donde los hot-hatch comienzan a escasear en el mundo automotriz, el estreno de la sexta generación del Honda Civic Type R es una bocanada de aire para los fanáticos de estos vehículos.
A manera de homenaje, y celebrando los 25 años del modelo, decidimos hacer un recorrido por la historia de este divertido cohete japonés que tantos suspiros nos ha robado.
La historia del Honda Civic Type R comienza en 1997, cuando la firma japonesa presenta en su país natal el EK9, una versión modificada del Honda Civic hatchback que llegó equipada con un motor más potente, de 1.6 litros, y un sistema de suspensión independiente único que le daba un manejo espectacular, muy ágil y preciso en las curvas.
El gran recibimiento del público a este pequeño deportivo, que no salió de Japón, no se hizo esperar. Rápidamente Honda colocó a su compacto en la mira del mundo, que esperaban la llegada del pequeño bólido a sus mercados.
No fue sino hasta 2001 cuando Honda renovó al hot-hatch y le dio por primera vez el nombre de Type R. Esta segunda generación del modelo se exportó a Europa y América, con todas sus versiones portando el mismo bloque de 2.0 litros acompañado por nuevas y mejoradas barras estabilizadoras, una suspensión más rígida y mejoras en los frenos que habían sido, tal vez, el único punto débil de la primera generación.
Honda Civic Type R, tercera generación
Para el 2007, la tercera generación del Honda Civic Type R se presentó en todo el mundo, con la sorpresa de que la versión europea y americana portaba el mismo motor de 2.0 litros que su antecesor sin ningún cambio, mientras que para Japón, Honda decidió consentir a sus fanáticos con una versión mejorada del modelo, más potente y ágil que sus contrapartes occidentales.
Luego de un pequeño receso de cuatro años, Honda presentó en 2015 a la cuarta generación del Honda Civic Type R, con un hot-hatch que daba un salto en materia de diseño, aportando una estética moderna y muy agresiva, inspirada por la cultura tuner japonesa y que se aderezaba además con un nuevo bloque de 2.0 litros turbo, que entregaba la nada despreciable cantidad 310 caballos de fuerza.
La quinta generación de este auto compacto deportivo llegó en 2018 y decidió llevar al límite la estética radical de su antecesor, creando gran controversia con su diseño. Aun así, el rendimiento no se vio comprometido en ningún momento, pues Honda trabajó en mejoras para su bloque turbo dotándolo con un ligero aumento de potencia, elevándola hasta los 320 caballos de fuerza.
Ahora, finalmente, la sexta generación del modelo está aquí, y el trabajo de diseño mantiene la línea agresiva presentada con la cuarta generación, aunque de una manera más mesurada a la de su antecesor. La potencia también se mantiene en constante evolución y una vez más, han añadido 10 caballos de fuerza a la fórmula, dejando a este último modelo con un total de 330 caballos bajo el capó.