Si Estados Unidos y otros países esperan lograr sus objetivos en la adopción de vehículos eléctricos, la industria minera tiene que mejorar; las cadenas de suministro de materiales como el litio y el níquel deberán desarrollarse rápida y significativamente.
La industria automotriz necesita alrededor de 50 minas de litio más, 60 minas de níquel más y 17 minas de cobalto más; esto es solo para cumplir con las proyecciones de demanda de vehículos eléctricos para 2030. Pero no es tan fácil hacerlo como decirlo, algunos materiales sólo se encuentran en ciertos rincones del mundo. Además, cuando se trata de hacerlo localmente, es un gran desafío ya que poner en marcha una nueva mina en Estados Unidos puede llevar hasta una década.
Incentivos del gobierno federal a la industria minera
Durante el último año y medio, la administración de Joe Biden ha estimulado una mayor minería y procesamiento doméstico de materiales críticos para baterías. Este año, la administración invocó la Ley de Producción de Defensa para alentar a la Industria Minera a extraer litio, níquel, grafito, cobalto y manganeso a nivel nacional. Esto es permitiendo a las empresas acceso a fondos federales para hacerlo.
Esto fue sucesivo a la aprobación de $6 mil millones destinados a impulsar la cadena de suministro de baterías. Precedió a la aprobación de la Ley de Reducción de la Inflación, que incluía incentivos para que las empresas fabricaran vehículos eléctricos y baterías en Estados Unidos. También creó requisitos de abastecimiento local para que los vehículos calificaran para los créditos fiscales para vehículos eléctricos.
Fuente global
Estados Unidos depende en gran medida de otras naciones para los materiales críticos de las baterías, en particular el litio. Alrededor del 35% del litio del mundo se extrae en Chile; El 32% se extrae en Australia, mientras que el 25% se extrae en China. China domina el procesamiento de litio a nivel mundial, representando el 71% del litio procesado en el mundo. Estados Unidos procesa el 2% del litio del mundo y cuenta sólo con una mina activa.
Pero aumentar la producción más que un problema de capital, es un problema de burocracia. Poner en funcionamiento una mina en Estados Unidos puede llevar más de 10 años debido al largo proceso de obtención de permisos y la necesidad de lidiar con los costos de los litigios. Dichos costos pueden ascender a cientos de millones de dólares.
Al mismo tiempo, se han tomado acciones para reducir estos problemas. Los fabricantes de automóviles se asociaron con compañías mineras y un grupo bipartidista de legisladores en septiembre para instar a los legisladores a reducir el tiempo necesario para aprobar los permisos para una nueva mina. La meta es ayudar a impulsar la producción nacional de vehículos eléctricos. Además, seguirá siendo importante que las minas cumplan con altos estándares ambientales y de sostenibilidad para limitar su impacto en las comunidades circundantes.
Problemas geopolíticos
A medida que aumentan las tensiones entre los gobiernos estadounidense y chino, la dependencia de China para materiales críticos deja a la industria norteamericana abierta al riesgo geopolítico.
Más del 80% del tungsteno del mundo proviene de China. En respuesta a los nuevos proyectos mineros en otros lugares, China podría decidir restringir el suministro. La acción sería para perjudicar la producción de vehículos en el extranjero en un momento que los fabricantes de automóviles quieren aumentar la producción de vehículos eléctricos. China también podría optar por bajar aún más los precios, lo que podría poner en desventaja financiera a los nuevos proyectos.
Pero independientemente de cómo pueda responder China, Estados Unidos trabajará para desarrollar su capacidad nacional de minería y refinación. Piedmont Lithium, con sede en Carolina del Norte, gastará $582 millones para abrir una planta de procesamiento, refinación y fabricación de hidróxido de litio en Etowah, Tennessee, al noreste de Chattanooga.
Acme Lithium, por su parte, está trabajando en un proyecto en Nevada después de un descubrimiento de litio. La industria minera también está realizando exploraciones activas en Utah y California, y se conocen depósitos de litio en Ontario, Quebec y Manitoba. Cabe mencionar que Estados Unidos y Canadá albergan una de las únicas reservas de níquel Clase 1 del mundo.
También hay inversiones en nuevas tecnologías. Tal es el caso de Our Next Energy que está invirtiendo $1.6 mil millones para abrir una fábrica en Michigan, donde ensamblará celdas y paquetes de fosfato de hierro y litio que no usan níquel ni cobalto.
Fabricantes de autos
Algunos fabricantes de automóviles buscan tomar la situación en sus propias manos. Mercedes-Benz abrió una planta de paquetes de baterías en Vance, Alabama, este año. Junto con Volkswagen, Mercedes firmó acuerdos con el gobierno canadiense para asegurar el acceso al litio, cobalto, níquel y grafito del país. Como consecuencia se ayuda a regionalizar las cadenas de suministro para sus operaciones en Estados Unidos.
General Motors invertirá hasta $69 millones y adquirirá una participación accionaria en Queensland Pacific Metals, con sede en Australia, para asegurar una fuente de níquel y cobalto.
Los expertos y analistas de la industria prevén un camino difícil por delante en estos nuevos problemas de la cadena de suministro. Al mismo tiempo se espera que los fabricantes de automóviles logren sus objetivos a largo plazo, especialmente ahora que los gobiernos y las empresas apuntan en la misma dirección general.