La firma de Bavaria no se detiene en su propósito de convertirse en un fabricante de vehículos eléctricos. Hace unos días, anunció una inversión de $1.7 mil millones para sus operaciones, de los cuales, al menos mil millones se destinarán para adecuar su planta de Spartanburg, en Carolina del Sur, para la producción de vehículos eléctricos. 700 millones más se destinarán para construir una nueva planta de ensamblaje de baterías de alto voltaje muy cerca de ahí, en Woodruff, con lo que la firma busca asegurar que para 2030 tengan al menos seis modelos completamente eléctricos en el mercado norteamericano.
El encargado de dar este anuncio fue Oliver Zipse, presidente de la junta directiva de BMW Group, quien comentó:
“Durante décadas, la Planta de Spartanburg ha sido la piedra angular del éxito global de BMW Group. Es el hogar de los modelos BMW X que son tan populares en todo el mundo. En el futuro, también será un factor importante para nuestra estrategia de electrificación, y produciremos aquí al menos seis modelos BMW X totalmente eléctricos para 2030, así como baterías”.
BMW fabricará al menos seis vehículos eléctricos y baterías en Estados Unidos
Junto a este anuncio, también se reveló que, basados en el programa “Local por Local”, BMW tiene como objetivo comprar las celdas de batería para sus nuevos modelos eléctricos a una firma que las produzca dentro del mismo estado donde ellos llevan la producción de sus vehículos. Así, encontraron un aliado estratégico muy importante en Envision AESC, quien construirá una nueva fábrica de celdas de batería en Carolina del Sur, entregando celdas de batería de iones de litio redondas, diseñadas específicamente para la sexta generación de la tecnología BMW eDrive, y que se utilizarán en la próxima generación de autos eléctricos de la firma que está por llegar, alcanzando una capacidad de producción anual estimada de hasta 30 GWh.
Al mismo tiempo, esta colaboración le permitirá a BMW avanzar en sus objetivos de reducción de emisiones contaminantes, pues la firma bávara espera tener hasta un 40% menos de CO2 por vehículo producido para el año 2030, trabajando de manera ardua para sintetizar sus procesos de diseño e ingeniería, cadenas de suministro y adquisiciones, producción de vehículos, fases de uso del vehículos y su correcto proceso de reciclaje.