La exclusividad de Rolls-Royce en innegable. Desde hace más de 100 años la firma británica ha puesto a disposición de sus clientes el más alto grado de lujo disponible en cada uno de sus modelos y la selección del nombre es un paso clave para cada modelo que llega al mercado. Hablamos de nombres como Spectre.
De la plantilla actual de modelos ofrecidos por Rolls-Royce, exceptuando a Cullinan, que recibe su nombre del diamante en bruto con calidad de gema más grande jamás descubierto, todos los modelos reciben nombres históricos de modelos del pasado de la marca.
Sin embargo, recientemente el fabricante enfrentó una encrucijada. Al presentar su primer vehículo completamente eléctrico, la selección del nombre era un aspecto crucial. Buscaba elegir uno que mantuviese el vínculo “genético” con su identidad, pero al mismo tiempo marcase el inicio del nuevo rumbo que representa la electrificación en la industria automotriz.
Rolls-Royce Spectre, un nombre espectacular para un auto espectacular
Al igual que con casi todos los modelos de la plantilla actual, el nombre Spectre que recibe el primer auto completamente eléctrico de Rolls-Royce proviene del pasado y ha sido utilizado en un par de ocasiones en modelos que representaron un salto tecnológico muy importante.
La primera vez que se utilizó este nombre fue en 1910, cuando construyeron el Chassis 1610, que se utilizó como automóvil de prueba y que recibiría el nombre de “The Silver Spectre”. Este modelo fue vendido a la oficina de Guerra en 1915 y su último paradero conocido fue en una firma de ingenieros de motores en 1933 en Sheffield, Inglaterra, sabiéndose que el modelo fue reconstruido al menos 3 veces durante su vida útil, algo muy común en la época, ya que cada nuevo cliente solía pedir personalizaciones al fabricante sobre su vehículo al adquirirlo.
Tras la desaparición del Chassis 1610 “The Silver Spectre” del mapa, sin saber bien qué pasó con el auto en realidad, Rolls-Royce desaparecería el nombre Spectre de sus filas durante más de 20 años y su siguiente aparición llegó en 1933. Por aquellos años, Rolls-Royce trabajaba todos sus modelos experimentales bajo un nombre clave con sufijos “EX”, comenzando esta tradición en 1919 con el 1EX y continuándola con el 45EX en 1957 y más recientemente con un prototipo de visión eléctrica al que nombraron 103EX en 2016.
Pero volvamos a 1930, cuando Sir Henry Royce comenzó a desarrollar un nuevo motor V12 para un chasis de nueva producción que tendría suspensión delantera independiente. El automóvil, que se construía bajo el nombre clave 30EX, obtuvo su primera versión de prueba en 1934 y a esta le siguieron 9 versiones EX más, todas ellos producidas bajo el nombre clave “Spectre”, para finalmente presentarse en el mercado en 1936 con el nombre Phantom III, aunque siete de los chasis de pruebas “Spectre” se reutilizaron poco después para ser vendidos a clientes privados, siendo precisamente estos modelos los que permitieron al Phantom III mantener la denominación de “el mejor coche del mundo” que Rolls-Royce recibió por primera vez en 1907 con el “Silver Ghost”.
Así, el nuevo Rolls-Royce Spectre 2023, al igual que sus antecesores, representa un cambio significativo, tanto técnica como filosoficamente, siendo el primer modelo puramente eléctrico, y marcando una evolución tecnológica no conocida hasta ahora en este tradicional fabricante de autos