Para nadie es un secreto que los autos de Tesla son muy seguros. Así lo han demostrado numerosas pruebas de choque realizadas por los principales organismos de seguridad. Sin embargo, un reciente estudio revelado por Lending Tree afirma que los conductores de autos Tesla son más propensos a sufrir accidentes, seguidos de los conductores de Ram y Subaru.
Este informe reciente presentado por aseguradoras arroja resultados desfavorables para la empresa de Elon Musk. Según el estudio, los conductores de vehículos Tesla tienen la tasa de accidentes más elevada en la industria automotriz estadounidense.
La consultora llevó a cabo un análisis exhaustivo de millones de reclamaciones a compañías de seguros para elaborar una lista que clasifica las marcas según la frecuencia de accidentes por cada 1,000 conductores. En la cima de la tabla se encuentra Tesla, con una proporción de 23.54 accidentes por cada 1,000 conductores, seguidos por RAM con 22.9 accidentes y Subaru con 20.9 siniestros por cada 1,000 conductores. En contraste, marcas como Lexus, Volkswagen, BMW, Toyota y Honda ocupan los últimos lugares, con no más de 18.55 casos.
Conductores de autos Tesla ¿Los peores de Estados Unidos?
Existen diversas conclusiones que pueden extraerse del informe de Lending Tree. Aunque Tesla ofrece una notable seguridad en sus vehículos, esta se enfoca principalmente en brindar garantías de protección en caso de colisiones. No obstante, la estrategia de prevención presenta debilidades. Los conductores de Tesla no solo muestran una mayor propensión a sufrir incidentes, sino que, estadísticamente, estos automovilistas experimentan problemas con una menor cantidad de millas recorridas. Mientras que el promedio de un conductor habitual en Estados Unidos es de 11,993 millas anuales, los conductores de coches Tesla tienen un promedio de 9,942 millas.
Lo anterior no deja de llamar la atención, sobre todo, considerando el reciente caso de recall del que hablamos en días pasados. Tampoco es un secreto que, como lo mencionamos en esa ocasión, la NHTSA ha mantenido una minuciosa atención en los vehículos de Tesla, sobre todo por los problemas concernientes al Autopilot.