Beau Boeckmann, de Galpin Motors, ha hecho un descubrimiento asombroso: Uncertain-T, uno de los autos personalizados más extravagantes y recordados del mundo del hot rodding, que había desaparecido durante más de cincuenta años.
Este vehículo, que se convirtió en un ícono de las exhibiciones de autos a finales de los años 60, cautivó a audiencias en todo el país durante cinco años antes de desaparecer misteriosamente a mediados de la década de 1970. En un giro increíble, Boeckmann encontró el automóvil en un almacén a solo unas cuadras de su concesionario principal en Van Nuys, después de una búsqueda que abarcó varios años y lugares en todo el mundo.
La importancia del Uncertain-T
La chispa que dio origen al Uncertain-T surgió a mediados de la década de 1960, cuando un compañero de clase de 17 años llamado Steve Scott se inspiró en un dibujo animado. A pesar de que sus amigos creían que construir el automóvil era una tarea imposible, Scott se lanzó de inmediato a la tarea de dar vida a su visión en el garaje de sus padres en Reseda.
A pesar de que el vehículo fue construido con la intención de emular de manera libre un Ford Modelo T, el concepto era completamente abstracto, convirtiéndolo así en un hot rod personalizado. La carrocería se elaboró con fibra de vidrio (un método muy poco común en ese momento), mientras que el chasis se construyó desde cero utilizando tubos de acero.
Cuando Scott presentó el automóvil en 1965, después de cinco años de arduo trabajo, logró ganar prácticamente todos los premios prestigiosos posibles, superando a figuras como George Barris, Ed "Big Daddy" Roth y Dan Woods.
Posteriormente, se lanzó un kit de modelo plástico a escala 1/24 del automóvil por parte de Monogram. A esto se suman múltiples apariciones en portadas de destacadas revistas de automóviles personalizados, consolidando al pequeño T en la historia automotriz estadounidense.
El hallazgo de este automóvil sin duda enviará ondas de sorpresa a la comunidad de hot rods, posiblemente ofreciendo respuestas a preguntas que han desconcertado a muchos durante décadas. Junto con el especialista en restauración, Dave Shuten, Boeckmann tiene planes de devolver el automóvil a la exacta configuración y apariencia que tenía en su debut en 1965, para luego exhibirlo en el circuito de exhibición de automóviles que lo hizo famoso.
Este icónico hot rod se presentará en su condición «como se encontró» en el Grand National Roadster Show en Pomona, del 2 al 4 de febrero, y en el Detroit Autorama en marzo, antes de someterse a una extensa restauración.