Esta vez hemos viajado hasta Las Vegas, en el estado de Nevada, pero no hemos venido por los casinos, ni por los espectáculos, ni por los restaurantes, ni las fiestas, estamos aquí para explorar el desierto de Mojave y lo vamos a hacer a ritmo de carrera con el equipo Polaris Factory Racing.
Hace poco pudimos vivir desde dentro la experiencia de ser parte del equipo en México durante la Baja 250, donde conquistaron los dos primeros puestos en el podio.
Esta vez participamos otra de las carreras off-road que se lleva a cabo desde 1996 y es una de las más importantes en el año “Las Vegas to Reno”. Más 550 millas atravesando el desierto a toda velocidad.
De Las Vegas a Reno con el equipo de Polaris
Antes de la partida pude vivir de cerca las duras condiciones del terreno junto a un instructor profesional que me enseñó a llevar al límite al RZR Pro-R uno de los más sofisticados UTVs en el mercado.
Sin duda aprendí y mejoré bastante, pero aún me falta un poco más de experiencia para cumplir el sueño de muchos y competir en una de estas carreras off-road.
¡No hay mejor lección que ver como lo hacen los profesionales! Empezando por las máquinas, estas son las Gen 2 RZR Pro-R Factory, básicamente el mismo vehículo con el que entrené, pero modificado no solo para cumplir con las regulaciones de la carrera, sino también para soportar las condiciones extremas de una carrera como arena, rocas, temperaturas altísimas y todo lo que una carrera como esta puede arrojar en tu camino.
Algunas de estas modificaciones son: El chasis, sistema de escape, paragolpes especial para lo que llaman ‘nerfing’o empujar a los carros más lentos que alcanzan, jaula antivuelco más espaciosa y rígida, frenos de alto desempeño, suspensión especial, paneles de fibra de carbono, tanque de gasolina que puede rendir 200 millas entre otras cosas.
Cada vehículo lleva un piloto y copiloto que trabajan en equipo para atravesar por la ruta establecida por la asociación que regula esta carrera “Best in the Dessert Racing Association”. Si no pasan por estos puntos, que son monitoreados por sensores electrónicos y son penalizados con tiempo adicional.
Por otro lado, cada persona en el equipo cumple un rol fundamental. En el caso del equipo Polaris Factory Racing son más de 100 personas entre empleados dedicados a este equipo de carreras y voluntarios. Todos ellos están preparados no solo para reparar cualquier daño que pueda aparecer, sino que desarrollan un plan de reabastecimiento durante la carrera, ubicando estratégicamente los pits para no perder ni un segundo.
Así que ya saben, si están en Las Vegas y te gusta la adrenalina, esta es una experiencia en el desierto de Mojave que tienes que vivir sin importar tu experiencia porque se acomodan a tu nivel, desde principiantes hasta los más avanzados.