Toyota accedió a pagar los daños y perjuicios originados por el gran recall sobre la aceleración involuntaria de sus vehículos por un monto que sobrepasa 1.6 mil millones de dólares. De esta cifra la empresa japonesa dará 757 millones de dólares a los propietarios afectados, 227 millones de dólares a los abogados y otros 875 millones de dólares para la reparación del retiro de 22.6 millones de vehículos.