Hace unos días se llevo a cabo la ceremonia de entrega del segundo Lamborghini Veneno –el primero fue entregado en noviembre de 2013. El nombre del propietario de este súper exclusivo italiano es el multimillonarios Kris Singh, CEO Tequesta Investments, quien pagó más de cuatro millones de dólares para hacer suyo una de las tres unidades.
Continuando con la tradición de la marca italiana se usa el nombre de un toro para designar a su nuevo modelo. En esta ocasión es Veneno, un astado que en 1914 causó la muerte del famoso matador José Sánchez Rodríguez
Por donde se le busque este Veneno es un auto exclusivo. Simplemente su producción nos dice todo. Solamente se producirán tres unidades, las cuales ya se han vendido en 4.6 millones de dólares. Si bien, el chasis monocasco de carbono es tomado del Aventador, estéticamente no comparten ningún elemento. Su diseño está enfocado consistentemente en una excelente aerodinámica y la estabilidad en las curvas, dando al Veneno una experiencia de un auto prototipo de carreras, sin embargo, está totalmente homologado para la calle.
Destaca la toma de aire sobre el techo, el enorme splitter delantero, así como un difusor y alerón trasero ajustable. De igual manera destaca el cuerpo y el chasis hecho de CFRP, mismo material con el que construyó el Elemento Sesto .
Lamborghini Veneno reporta el mismo V12 de 6.5 litros que el Aventador, sólo que en este caso Veneno entrega 750 caballos de fuerza. En combinación con la transmisión automática de siete velocidades que envía todo el poder a todas las ruedas, permite que el deportivo acelere de 0 a 62 mph (100 km/h) en solo 2.8 segundos. Además este exclusivo auto de 1,450 kilógramos es el modelo más rápido en la historia de la marca al tener una velocidad máxima de 355 km/h.
En el interior hay asientos y un tablero de fibra de carbono con decoraciones de Alcántara. Al igual la personalidad deportiva ha sido transferida al panel de instrumentos. Existen gráficos agresivos y mucha tecnología para mantener informado al el conductor y así obtener la mejor retroalimentación.