No es nada nuevo: los colores comunican, provocan emociones, conectan con nuestra identidad. Los diseñadores de automóviles y de cualquier otro producto lo saben bien, por eso no es una decisión cualquiera.
La historia de Honda también puede explicarse en colores. A continuación dejamos algunas de estas curiosidades.
Rojo
El rojo es el color de Honda por excelencia. Además de automóviles y motos, Honda produce una amplia gama de productos de fuerza usados en jardinería y agricultura. Ya en 1952 el motor auxiliar para bicicletas Cub F se vendió con el eslogan “el motor rojo con un tanque de gasolina blanco”. Hoy, el color rojo de estos productos es sinónimo de la marca Honda en todo el mundo.
Por supuesto, el primer auto de pasajeros de Honda, el mítico S500 (1963), tenía que ser rojo. Pero no era tan fácil. En Japón el color rojo estaba prohibido para los autos: era un color reservado para los vehículos de bomberos –también el blanco, exclusivo para las ambulancias. Soichiro Honda, el fundador de la compañía, tuvo que llevar a cabo una dura campaña antes de poder lanzar el primer coche rojo de Japón.
Rojo, azul y blanco
Cualquier amante del motociclismo reconocerá a Honda en esta combinación, que recuerda los colores de las banderas de Francia y de Estados Unidos. Pero, ¿de dónde viene? En los años 60, las motos de Honda que entonces empezaban a correr y a acumular victorias en las pistas europeas eran básicamente rojas. En los 70, cuando Honda se estrenó en las pistas norteamericanas, el equipo de la compañía vestía de rojo, azul y blanco. Poco después, esta combinación se trasladó a las propias motos: la primera fue la CB750. A partir de los 80, las motos tricolor de Honda se hicieron famosas con las victorias conseguidas a bordo de modelos míticos como la RCB1000, la NR500 o la XR500R, que protagonizó la primera victoria de la compañía en el Rally París- Dakar.
Blanco
En 1964, el RA271 fue el primer monoplaza de Fórmula 1 japonés en competir a nivel mundial. En aquel momento era obligatorio pintar los autos con los colores del país, por lo que el RA271 se pintó de marfil, con la bandera de Japón y el logo de Honda en rojo. Este diseño se trasladó después al NSX Type R en 1992 y a los posteriores Integra Type R y Civic Type R.
La muestra más reciente del espíritu colorido de Honda es el N-ONE, presentado en otoño de 2012. Con una gama de 11 colores diferentes, sigue la tradición de ofrecer un amplio abanico de variaciones de color, una apuesta que se empezó en 1966 con el N360. En un momento en el que no eran habituales los autos de colores vistosos, este modelo se comercializó con un eslógan que marcaría tendencia en la compañía: “Colorful Honda”.