Mario Balotelli, jugador del Milán y de la Selección de Italia, tiene en su larga lista de vehículos un Ferrari 458 Italia.
Simplemente el Ferrari 458 Italia es un automóvil que sensibiliza al máximo cada uno de los sentidos. La vista se deleita al observar su estética atlética e imponente, el oído queda extasiado al escuchar la grave resonancia del poderoso V8 y el sentido del gusto se saborea cada vez que el italiano entra y sale de las curvas. Cuando accedes a la cabina del auto, el olfato queda impregnado de los ricos materiales que la constituyen. Por último, el tacto se seduce al momento que las manos se empapan de la piel, fibra de carbono y demás materiales encontradas en el interior del 458.
Ferrari instaló en el deportivo un motor atmosférico de 4,499 cc (274.5 pulgadas cúbicas) productor de intensos 570 caballos de fuerza. La marca jamás había construido un corazón con tal potencia específica, lo que quiere decir que por cada litro de cilindrada se hallan 127 caballos de fuerza. Con el pie en el acelerador la banda sonora que se deriva del V8 es verdaderamente adictiva. Disfrutas ver cómo llega la aguja del tacómetro a la zona roja de las 9,000 rpm. Si bien cada uno de los 570 caballos de fuerza enviados a las ruedas traseras es estratosférico, el torque no se queda atrás, sobre todo porque estamos hablando de un bloque de aspiración natural. Se siente cómo las 398 lb/pie hacen una labor extraordinaria sobre este 458 Italia con 3,042 libras de peso.
Con cronómetro en mano y acelerador a fondo, es descomunal cómo quedas pegado al asiento. Han pasado 3.4 segundos y ya rebasamos las 60 mph. Pasan siete segundos más y ya el velocímetro llega a las 125 mph. Aunque no logramos llegar a su velocidad máxima de 202 mph, pudimos evidenciar que es un auto fuera de serie. Parte esencial para exprimir en su totalidad el motor es la caja de siete velocidades de doble embrague, que dirige la orquesta de manera exacta y óptima. Toda la tecnología de la Fórmula Uno está aplicada en la ingeniería del 458. Además, este 458 Italia monta un diferencial electrónico activo -E-Diff-, y cada rueda es regulada para ofrecer una máxima tracción y estabilidad. Junto a este dispositivo, el 458 Italia equipa un control de estabilidad -F1-Trac- para mantenerlo bien domado. Habrá que ser demasiado exagerado con nuestros movimientos de pies y manos para sacar de órbita a este superauto.