Henry Fisker, el creador del auto eléctrico Fisher Karma, ha anunciado que está trabajando en un proyecto totalmente nuevo y revolucionario que saldría a la venta a finales de 2017
A algunos días de Halloween, parece que éste año será el de los muertos resucitados en el mundo automotriz.
Durante el Auto Show de Ginebra vimos al Gumpert Apollo regresar junto con una nueva marca, Apollo, creada por el fundador, que presentó un nuevo auto, el Arrow.
Lo mismo ha sucedido en los últimos meses con el Fisker Karma, el auto ha sido resucitado por otra compañía mientras que el fundador y creador del auto ha anunciado que está trabajando en un proyecto totalmente nuevo.
El empresario holandés, quien hizo su carrera como diseñador en BMW y Aston Martin, ha logrado mantener la marca nombrada con su apellido, y ha fundado Fisker INC., una compañía estadounidense de autos eléctricos que está basada en California.
Con esto Henrik busca crear autos eléctricos de alto desempeño y "romper barreras en la industria automotriz".
Para lograrlo, Fisker lanzará su primer producto a finales de 2017.
Éste contará con una batería patentada que, según él, contará con una rango y vida mayor que cualquier otra batería en el mercado, aunque por ahora no ofreció detalles técnicos.
Éstas baterías ya no serán compradas de un proveedor externo, sino serán producidas por la filial de Fisker dedicada a las baterías.
Éste primer producto será un auto eléctrico premium, y además de las características ya mencionadas, contará con un mayor espacio para las piernas y cabeza que sus competidores. Al auto de lujo se le unirá un auto más pequeño enfocado al mercado en masa que ofrecerá más rango que sus competidores.
Todo parece bien, pero al momento simplemente son palabras, tendremos que esperar a ver si cumple, ya que a pesar de su fracaso el Fisker Karma era un gran auto.
EL Fisher Karma origina fue el primer auto Plug-In Hybrid de lujo y se produjo entre 2011 y 2012 en la planta Valmet Automotive en Finlandia. Tenía rendimiento equivalente de 52 millas por galón.
Las primeras unidades en Estados Unidos se entregaron en julio 2011 y tenían un costo de $102,000 por el modelo básico y $116,000 por el más equipado.
En total, solo se entregaron 1,800 unidades en América del Norte y Europa hasta 2012, 1,600 de las cuales en Estados Unidos.