La división Mercedes-Benz Vans inició construcción de nueva planta en Charleston, South Carolina, donde creará más de 1,300 empleos antes del 2020 para producir la nueva generación de la línea de modelos Mercedes-Benz Sprinter, tras una inversión de más de $500 millones.
Mercedes-Benz ya tiene una pequeña operación de ensamblaje en la misma ubicación donde se realizó la ceremonia de inicio de construcción, con una extensión de 409,000 pies cuadrados, donde ensambla actualmente la Sprinter importada en partes de Alemania, como parte de una estrategia para evitar un impuesto de 24% en caso de que los vehículos se importen completos, tal como salen de la planta en Düsseldorf y la de Ludwigsfelde.
La nueva planta tendrá un área de trabajo de casi 1.1 millones de pies cuadrados, más otros 2.8 millones de pies cuadrados en los patios de operaciones adjuntos.
Con la expansión de sus operaciones en North Charleston, Mercedes-Benz se convertirá en uno de los empleadores más grandes de la región que está creciendo aceleradamente con la presencia del fabricante de aviones Boeing y lo seguirá haciendo con la planta que Volvo está fabricando para producir autos para el mercado de Norte América.
La planta de Mercedes-Benz generará la creación de otros negocios en la red de proveedores necesaria para la producción de sus vehículos, además de los especialistas que transforman a la Mercedes-Benz Sprinter en un sinnúmero de usos; desde casas móviles, hasta ambulancias, vehículos de transporte especializado, clínicas móviles y los famosos food trucks que están en moda en todo Estados Unidos.
Mercedes-Benz Vans, un éxito en cuatro ruedas
Estados Unidos se ha convertido en uno de los mercados de más rápido crecimiento en loa venta de vans comerciales de Mercedes-Benz en todo el mundo, solo detrás de Alemania.
En 2015, Mercedes-Benz vendió 28,600 unidades a sus clientes en Estados Unidos, un aumento de 11% en comparación con 2014, (25,800 unidades).
Por ahora todas estas vans son importadas de diferentes plantas en Alemania, donde se fabrican por completo, pero luego tienen que ser desensambladas en un proceso calificado por los ejecutivos como “una pesadilla”, para poder ser importadas y rearmadas para poder ser vendidas sin pagar altos impuestos.
Mercedes-Benz Vans ha realizado este proceso desde 2006 para importar la Sprinter y a partir de este año la van mediana Metris (Vito en otros mercados).
Con la nueva planta todas las vans Mercedes-Benz vendidas en este mercado serán “Made in USA”, con lo que la marca alemana podrá competir de forma más equilibrada con otras marcas y cumplir la demanda de sus clientes.