Mazda celebra medio siglo de innovación automotriz, a partir del momento en que la firma comenzó su tradición de hacer lo que se decía que era imposible.
Mazda —en aquel entonces Toyo Kogyo Corporation— necesitaba crear una tecnología única que la distinguiera en una industria automotriz japonesa en rápida expansión internacional, con el fin de mantenerse independiente.
En 1961, Mazda recibió la licencia de la tecnología de motor rotativo de NSU Motorenwerke AG y Wankel GmbH, compartiendo conocimientos con las compañías alemanas con la esperanza de darle un mayor uso al motor.
En cuanto el prototipo de motor rotativo llegó a Hiroshima, las pruebas comenzaron.
Desafortunadamente, en la primera hora de funcionamiento, el motor falló. Mazda había apostado toda su existencia a esta tecnología de motores; el fallo no era una opción, pero las primeras impresiones indicaban que había mucho que hacer para mantener a Mazda a flote.
Sabiendo que el éxito del motor rotativo sería un éxito enorme para la compañía, el ingeniero jefe Kenichi Yamamoto integró un equipo con los ingenieros más talentosos de Mazda —conocidos como los 47 samurai— para hacer viable el motor rotativo.
Por supuesto, sabían que otros fabricantes en distintos países habían tratado o estaban tratando de hacer también algo parecido, pero ninguno había tenido éxito.
Después de un elogiado debut en el Auto Show Tokio 1964, el 30 de mayo de 1967 el Mazda Cosmo Sport 110S — el primer automóvil de producción en serie con rotores gemelos y motor rotativo del mundo— salió a la venta en Japón.
Fue el primer auto deportivo Mazda, e hizo noticia porque la compañía en esos momentos sólo era conocida por sus pequeños autos de pasajeros y camiones de trabajo. Su baja estructura complementaba las dimensiones compactas de su motor de doble rotor.
Solamente se fabricaron 1,176 Mazda Cosmo Sports de producción en serie, pero su legado se extendería mucho más.
Desde las primeras carreras, como el Maratón de la Ruta de 84 horas en 1968, Mazda nunca dejó de retar a sus ingenieros y diseñadores para seguir mejorando su producto. Motivo por el cual Mazda celebra medio siglo de innovación.
Con el tiempo, esos esfuerzos produjeron programas de deportes motorizados ganadores de campeonatos en todo el mundo, y al mismo tiempo marcaron la pauta para los siguientes autos deportivos que se enfocaron en el rendimiento del peso ligero sobre la fuerza bruta.
El punto máximo del desarrollo del motor rotativo de Mazda fue en 1991, cuando el Mazda 787B, propulsado por un motor de rotor cuádruple, ganó las legendarias 24 Horas de Le Mans. Durante su producción, se fabricaron más de 1.99 millones de vehículos de motor rotativo, entre ellos autos deportivos, sedanes y hasta un autobús de 26 pasajeros.
Muy parecido a lo que sucede con los autos y los SUV Mazda de hoy, hashiru yorokobi —la emoción, la alegría y el bienestar que da la acción de manejar un vehículo— sigue siendo una parte fundamental de lo que hace a los Mazda lo que son.
Mazda celebra medio siglo de innovación: entonces y ahora
Desde sus primeros días como un fabricante de máquinas herramientas hasta hoy como proveedor de excepcionales experiencias del cliente a través de sus vehículos, Mazda tiene el propósito de crear una fuerte conexión emocional con sus clientes ofreciendo una combinación única de placer al manejar y extraordinarias cualidades de seguridad y protección ambiental.
Hoy, la tecnología SKYACTIV de Mazda sigue deleitando a los conductores y a los pasajeros con un enfoque centrado en el ser humano en toda la experiencia de manejo.
Pero, en un caso muy similar al del motor rotativo Wankel, desarrollar la tecnología SKYACTIV se consideró una tarea imposible, aparte del hecho de que la estaba desarrollando un fabricante de autos independiente menor durante la crisis financiera mundial de 2008.
Cuando Mazda presentó su familia de motores SKYACTIV, ningún otro vehículo de producción en serie movido por gasolina podía operar con una relación de compresión de 14.0:1, la más alta del mundo.
Del mismo modo, ningún otro motor diesel podía alcanzar una relación de compresión de 14.4:1, la más baja del mundo. Hoy, los motores SKYACTIV de operación limpia de Mazda todavía son insuperables en su equilibrio de rendimiento, disfrute al manejar y eficiencia ambiental.
Las unidades de carrocería y chasis SKYACTIV ligeras y rígidas hacen que los vehículos Mazda maravillen al conductor y a los pasajeros y a la vez los protejan.
Y en combinación con todas las demás tecnologías SKYACTIV, la ingeniería y los diseños de chasis y carrocería permiten una experiencia de manejo Jinba Ittai sin igual en cada Mazda, tanto en el icónico auto deportivo MX-5 Miata como en la SUV Mazda CX-9 de siete pasajeros. El auto y el conductor son uno.
Mazda sigue moviendo los umbrales de la tecnología, la ingeniería y el diseño para entregar autos, SUV y crossover a personas que les encanta manejar. Entonces, como ahora, la marca nunca dejará de cautivar para que podamos seguir diciendo que Mazda celebra medio siglo de innovación.