Al ver el Aston Martin DB11 V8 es fácil entender porqué miles de personas alrededor del mundo conocen y admiran la marca Aston Martin. Muchas de ellas lo hacen porque identifican los sofisticados autos deportivos que, en buena parte de sus películas, maneja el legendario espía británico James Bond, el famoso agente 007.
En realidad, mucho más allá de la ficción del cine, lo que Aston Martin ha logrado es posicionar sus automóviles como los deportivos con mejor reputación en todo el planeta. Nada contra los Porsches, Lamborghinis, Ferraris y otros, pero es que los Aston Martin, además de que igualan - y con frecuencia superan – a los mencionados competidores, poseen una serie de ingredientes adicionales de prestigio y sofisticación que ninguno de los otros puede ostentar.
Aston Martin DB11 V8, motor que impresiona
En el 2016, Aston Martin sorprendió al mundo con el lanzamiento de su modelo DB11, el Gran Turismo por excelencia, impulsado por un imponente motor V12, turbocargado, con 6.2 litros de desplazamiento. Maravilloso para los fanáticos de los súper motores, pero un tanto descomunal en los tiempos que vivimos.
La gente de Aston Martin no se durmió en los laureles con el éxito del DB11 y siguieron buscando mejores opciones. Llegaron a un acuerdo con AMG, la división de alto desempeño de Daimler-Benz, para utilizar el motor V8, biturbo, de 4.0 litros, en una nueva versión del DB11.
Era el motor ideal, pero Aston Martin quería más, y AMG les dio plena libertad para modificar los sistemas de admisión y escape, y también el software que lo controla. Fue así como lograron que aquel bloque de origen alemán produjera 503 caballos de potencia y 498 libras pie de torsión, que le permiten acelerar de 0 a 62 millas por hora en apenas 4.0 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 187 millas por hora.
Hasta aquí los números, porque por impresionantes que parezcan, sólo consiguen reflejar una imagen parcial de lo que el Aston Martin DB11 V8 en realidad significa. Manejarlo es una experiencia absolutamente sublime, gracias entre otras cosas a sus sistemas independientes que permiten adaptar el comportamiento de la suspensión, por un lado, y del motor, por otro, al agrado y a la conveniencia del conductor.
Con el pulgar izquierdo en el volante del Aston Martin DB11 V8 se puede escoger de qué manera se comporta el sistema de amortiguación.
Son tres las opciones: GT, Sport y Sport +. Lo mismo ocurre con el tren de potencia, que usa las mismas tres calibraciones: GT, para un manejo más discreto; Sport, que demuestra un espíritu más deportivo en el sonido del motor y en el comportamiento de la transmisión, y el Sport +, con una vibra que lo ubica en el mismo nivel de los más exigentes auto de competición.
Al volante del Aston Martin DB11 V8
Manejar el Aston Martin DB11 V8 es una experiencia única, absolutamente sin comparación, porque probablemente uno jamás ha manejado nada similar. Todo es maravillosamente perfecto en el DB11 V8, motor V8 capaz de llegar a las 7,200 rpms, transmisión automática de ocho velocidades, dirección eléctrica de piñón y cremallera, frenos a disco en las cuatro ruedas, con mordazas de seis pistones adelante y cuatro atrás, con sistema antibloqueo, y la colección más completa de aditamentos de seguridad y control de tracción y estabilidad.
Todo en el Aston Martin DB11 V8 parece hecho para impresionar hasta los más incrédulos. Los detalles del habitáculo son del más alto nivel, el tablero de instrumentos digital, el sistema de infoentretenimiento, con audio premium Bang & Olufsen, tapicería de cuero elaborada artesanalmente, con unos detalles sencillamente fuera de serie. No hay detalle en el DB11 V8 que no sobresalga, no hay milla que se maneje que no se disfrute a plenitud, no hay persona que lo observe que no lo encuentre inmensamente atractivo.
El Aston Martin DB11 V8 llega a los concesionarios en pocas semanas con un precio básico de $198,995 dólares.