El Test Drive Rolls-Royce Wraith Black Badge 2018 es el lado oscuro del lujo, el diseño y la tecnología más avanzada de la marca británica, que tuvimos la oportunidad de manejar por las calles y carreteras de Carmel, California.
Torsten Müller-Ötvös Presidente y CEO Rolls-Royce Motor Cars
Con este manifiesto como punto de partida, los diseñadores, los ingenieros y los artesanos de Rolls-Royce se pusieron a trabajar para transformar el Rolls Ghost y el Rolls-Royce Wraith de formas sutilmente diferentes.
El resultado son dos coches que a primera vista ofrecen pistas visuales comunes y muy distintivas de su carácter. Aun así, bajo la superficie habitan dos bestias de la noche muy diferentes.
La transformación sustantiva de un icono junto con la rejilla Partenón, el famoso logotipo de la RR y el Espíritu del Éxtasis son la personificación de la marca Rolls-Royce.
Sin embargo, estos valiosos símbolos han cambiado su identidad en las circunstancias adecuadas con anterioridad.
Por ejemplo, en 1933, en un gesto que señaló el carácter realmente personalizado de la compañía desde sus primeras épocas, el propio Sir Henry Royce cambió el emblema de la doble R de color rojo sobre fondo plata a negro para asegurarse de que no desentonara con la pintura escogida por importantes clientes, incluido el entonces Príncipe de Gales.
Rolls-Royce Wraith Black Badge 2018
La emblemática figura del Espíritu del Éxtasis también ha sufrido, a lo largo de los años, varias modificaciones tanto en el diseño como en los materiales utilizados.
Ha tenido un gran tamaño y se ha presentado de pie, arrodillada e inclinada hacia delante para indicar mayores prestaciones; se ha hecho de oro, de plata, de cristal y de acero inoxidable, asimismo ha sido enjoyada e iluminada.
Ahora, el Espíritu del Éxtasis y la R doble vuelven a presidir el frontal cuando Rolls-Royce entra en la realidad alternativa de Black Badge. En apariencia, tanto el Ghost Black Badge como el Wraith Black Badge se someten a una transformación muy parecida.
Empieza con la Dama Voladora, que no cambia de diseño, de postura ni de material, pero sí de color para representar la misteriosa obsesión del propietario.
Se convierte en una vampiresa negra muy brillante que, orgullosa, corta la noche de la ciudad. La transformación impregna los otros símbolos propios del Ghost Black Badge y del Wraith Black Badge.
El emblema de la R doble en el frontal, los faldones y la trasera de todos los Black Badge se ponen en negativo, plata sobre negro, mientras que las superficies cromadas, como el marco de la rejilla delantera, el remate del maletero, el cerco de las tomas de aire inferiores y los tubos de escape, se han oscurecido.
La potencia de Black Badge que como en todo Rolls-Royce produce la experiencia de manejo llamada Magic Carpet Ride, se traslada al suelo a través de unos exclusivos nuevos rines compuestos de aleación ligera y fibra de carbono.
Desarrolladas por Rolls-Royce durante cuatro años, los rines cuentan con 22 capas de fibra de carbono dispuestas en tres ejes y replegadas sobre sí mismas en los bordes externos de la llanta para que sean 44 las capas que aporten robustez.
La resistencia se acrecienta con el cubo de aluminio de calidad aeronáutica y forjado en 3D que se une a la llanta por medio de piezas del titanio que se usa en proyectos aeroespaciales.
Black Badge dará nuevos niveles de intensidad al color negro. Las múltiples capas de pintura y laca que se emplean para crear el negro Black Badge se pulen a mano repetidamente: el proceso de aplicación y pulido más arduo que nunca se haya usado en una pintura de color liso. El negro obtenido así es el más profundo, más oscuro y más intenso que se haya visto en el acabado de un coche de serie.
Interior muy exclusivo
Sin embargo, como Bespoke es personalización Rolls-Royce, los clientes pueden especificar, como no podía ser de otra manera, cualquier color que deseen para la pintura exterior y para la piel del interior de su Ghost Black Badge o su Wraith Black Badge.
Dentro del habitáculo del Black Badge las posibilidades son ilimitadas, pues luce una reinterpretación más misteriosa del lujo puro, inspirada en los avanzados materiales y los antecedentes aeroespaciales de Rolls- Royce.
Como elemento central del habitáculo del Black Badge está la superficie compuesta de fibra de carbono entrelazada y aluminio de calidad aeroespacial, material que abunda en las superficies de los aviones invisibles al radar.
De acuerdo con la marca se ha reinterpretado este material futurista en Goodwood para dar vida al material más innovador, hermoso y superlujoso del mundo.
Para crearlo, se entrelazan hilos de aluminio de calidad aeronáutica de sólo 0,014 mm de diámetro con gran esmero antes de pegarlos con fibra de carbono. Este material recibe, entonces, seis capas de laca y se deja secar durante 72 horas, tras lo cual se pule a mano para que tenga un acabado brillante.
Además de la creación de este material de lujo, las toberas de aire situadas en el tablero y en la parte posterior de los Black Badge se han oscurecido mediante la técnica de depósito en fase de vapor.
Este método de acabado de superficies es una de las pocas formas de dar color a metales sin que las piezas pierdan color ni lustre con el uso o el paso del tiempo.
En el cuadro de mandos del coche va incrustado un reloj Black Badge con manecillas de punta naranja y esfera adornada por el logotipo de la clase «Sin límites» que ya lució el celebrado Phantom Drophead Waterspeed, creado en 2014 para conmemorar la audacia del piloto Sir Malcolm Campbell, poseedor de varios récords mundiales de velocidad.
En común con Campbell, la mentalidad del propietario de un Black Badge ante los límites aparentes es desafiarlos o no hacerles caso, un rasgo celebrado con el logotipo «Sin límites».
Este logotipo también va bordado sobre la tapicería del Black Badge, pues el cuero negro combina con los colores vivos Tailored Purple en el Ghost Black Badge y Cobalto Blue en el Wraith Black Badge para lograr un tacto más audaz en el habitáculo.
El toque definitivo se encuentra en la caprichosa luz que se proyecta desde el techo negro estrellado y se refleja por la cabina desde el pulido cuadro de mandos para crear una atmósfera de misterio.
Refinamientos técnicos y tecnológicos de Rolls-Royce: la sustancia subyacente de Black Badge con varias presentaciones sutilmente diferentes
Cada uno de los coches que llevan el espíritu Black Badge son Rolls-Royce muy diferentes, distintos a ningún Rolls-Royce anterior.
El Rolls-Royce Wraith Black Badge 2018 es el más potente del mundo con 624 caballos de fuerza, el Wraith siempre ha sido el modelo más centrado en el conductor de toda la gama Rolls-Royce.
Sin embargo, entendiendo la determinación de esta nueva especie de clientes y su deseo de buscar nuevos límites, el equipo de ingenieros de Rolls- Royce trabajó con minuciosidad para dar a este fenomenal coupé aerodinámico una superioridad tangible, sin igual.
Combinando un pico adicional de torsión que llega hasta las 590 libras de torsión por pie lineal, con la alta potencia ya existente, una configuración totalmente nueva de la suspensión neumática, nuevos ejes de transmisión y una transmisión mejorada de 8 velocidades, Rolls-Royce ha producido un Wraith ágil y aún más centrado en el conductor, al tiempo que mantiene los elementos intrínsecos de la agradable sensación de alfombra mágica de Rolls-Royce.
Esta edición especial Rolls-Royce Wraith Black Badge tiene un precio base de $433.875, sustancialmente mayor al del modelo regular de $320,500, pero como dijo Müller-Ötvös, el CEO de Rolls-Royce, este auto es para quienes se arriesgan, rompen las reglas y se ríen de las convenciones.