El prototipo Audi AI:ME, que debutó en el Auto Show Shangai, es un vehículo compacto con interior futurista y capacidad para desplazarse con conducción autónoma de nivel 4, que se presenta como un visionario concepto de movilidad para las mega-ciudades del futuro.
Con esta combinación, los ocupantes pueden realizar la actividad que prefieran durante sus desplazamientos, ya que proporciona una amplia gama de funciones avanzadas de comunicación, info entretenimiento o, simplemente, de relajación.
La carrocería del Audi AI:ME demuestra cómo la tecnología y la economía de espacio pueden formar una síntesis perfecta en un auto eléctrico compacto.
El nombre AI:ME enfatiza la relación con el Audi AIcon, el prototipo de conducción autónoma para largas distancias presentado en 2017.
La afinidad en la línea y en el concepto de estos dos concept cars quedó en evidencia con el AIcon en el stand de Audi junto al AI:ME durante el Auto Show Shanghái 2019.
Con una longitud exterior de 4,3 m y una anchura de 1,90 m, el Audi AI:ME ocupa el espacio en el tráfico de un modelo compacto actual.
Sin embargo, la distancia entre ejes de 2,77 m y la altura de 1,5 m sugieren unas dimensiones interiores propias de una categoría superior.
Esto es posible mediante la arquitectura de la propulsión eléctrica, que permite unos voladizos cortos y un gran volumen interior, sin que sea necesario contar con un túnel de transmisión. La unidad de propulsión está situada cerca del eje trasero y genera una potencia de 125 kW (170 CV).
Para los ocupantes, el tamaño compacto del sistema de propulsión permite ofrecer el máximo espacio habitable, con un gran confort y versatilidad.
Está diseñado como un 2+X asientos y su disposición depende de una serie de configuraciones distintas para los asientos y el espacio de carga.
Aunque solo los asientos individuales delanteros se usarán en la mayoría de los trayectos, el concept tiene espacio para alojar hasta a cuatro ocupantes en las dos filas, si fuera necesario.
Audi AI:ME camino hacia la movilidad autónoma
El Audi AI:ME y el Audi AIcon: dos concept cars cuyos nombres hacen referencia a la nueva abreviatura de dos letras, que indican el desarrollo de toda una serie de innovadoras tecnologías de movilidad.
Audi AI es el acrónimo para una variedad de sistemas electrónicos que reducen la tensión de los conductores y, simultáneamente, les ofrecen nuevas posibilidades para ocupar el tiempo que pasan en el coche.
Con este fin, Audi AI también usa estrategias y tecnologías del campo de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático a través de la inteligencia artificial, que en primer lugar hace posible la circulación autónoma, y la inteligencia interactiva, que lo convierte en un compañero para los ocupantes.
Estos sistemas son capaces de aprender y pensar, además de ser proactivos y personales, gracias a esta tecnología con la que podrán interactuar con el entorno y con los pasajeros y, por tanto, adaptarse mejor que nunca a los requerimientos de quienes van a bordo.
Conducción autónoma de nivel 4
Lo que está establecido desde hace tiempo en el transporte por tren o avión, se encuentra en el umbral de llegar al transporte por carretera con la conducción 100% autónoma.
El Audi AI:ME está diseñado para ser utilizado en ciudad con lo que se conoce como conducción autónoma de nivel 4, el segundo nivel más alto en la escala estandarizada internacionalmente para la creciente automatización.
Aunque los sistemas con nivel 4 no requieren ninguna intervención por parte del conductor, su función se limita a zonas específicas, como autopistas o áreas en el interior de las ciudades adecuadamente equipadas para ello.
En esos lugares, el conductor puede transferir completamente la tarea de conducir al sistema, teniendo que retomar esa función tan solo cuando abandone esas zonas definidas para una conducción totalmente autónoma.
Al contrario que el Audi AIcon, un vehículo con función de nivel 5 que siempre es completamente autónomo, el Audi AI:ME está, por tanto, equipado con el tradicional volante y con pedales.
Esto significa que se desplazará en el futuro de forma autónoma dentro una zona del tráfico definida, si está equipada con la correspondiente infraestructura.
Los flujos de tráfico autorregulados y autocontrolados permitirán que el vehículo se desplace pausadamente, evitando fuertes aceleraciones longitudinales o laterales.
Esto es un requerimiento importante para que los ocupantes puedan desconectarse mentalmente del tráfico que los rodea.