No cabe duda de que el deporte motor está cambiando radicalmente en los últimos años, y antes de que entremos a una nueva era para la categoría reina del automovilismo, la escudería británica presentó el McLaren MCL36, su más reciente monoplaza de F1 que será pilotado durante el campeonato mundial de la F1 2022 por el piloto británico Lando Norris y el australiano Daniel Ricciardo, diseñado bajo las nuevas regulaciones de la categoría para brindar mayor espectáculo en la pista.
Dentro de las novedades a nivel de chasis en este modelo, encontramos su estructura completamente fabricada en fibra de carbono con controles de conductor y celda de combustible independiente, además de cabina de supervivencia resistente a impactos con paneles anti-penetración, además de una suspensión realizada enteramente en fibra de carbono al igual que la tolva del motor, el piso, la nariz del vehículo y el alerón.
McLaren MCL36, motor
Mecánicamente, el McLaren MCL36 es propulsado por un motor de combustión interna turbocargado AMG F1 M13 E Performance, capaz de alcanzar las 15,000 revoluciones por minuto, apoyado por una unidad de generación de potencia kinética y una unidad de generación de potencia de calor, acoplado a una transmisión secuencial de ocho velocidades electro hidráulica con diferencial de deslizamiento limitados, clutch electrohidráulico, y un peso total en vacío de apenas 1,686 libras, ya contando el peso del piloto.
A bordo de este bólido, Lando Norris regresará a su cuarta temporada de F1 con McLaren e intentará aprovechar su gran desarrollo durante la temporada 2021 en la que logró 4 podios y su primera Pole Position, apoyado en el trabajo en equipo desarrollado de excelente manera junto a Ricciardo para alcanzar los mejores resultados.
El nuevo McLaren MCL36 se presentó en el Crescendo de lanzamiento de McLaren Racing 2022, junto a sus contendientes de IndyCar y Extreme E, con cada uno de los equipos luciendo colores comunes de su competencia, algo que se ha utilizado a lo largo del tiempo y en el que el equipo de Fórmula 1 han decidido mantener los colores originales con los que debutó el equipo en 1960, incluyendo el característico tono Papaya, que se ha convertido en uno de los favoritos de los fans.