Tras varios años de investigaciones y muchas negativas de Fiat-Chrysler, hoy Stellantis, por fin la división norteamericana del conglomerado ha aceptado su culpabilidad en el caso de conspiración diésel de los Estados Unidos y su sentencia ya ha sido firmada. Fue en 2017, justo después del Dieselgate de VW, cuando comenzó la investigación sobre cifras falsas de rendimiento en algunos modelos diésel de la marca, caso que derivó, finalmente, en la aceptación de la culpabilidad por parte del fabricante, que ahora deberá cubrir $300 millones de dólares en multas.
De acuerdo con información de Bloomberg, se fijó una multa de $96.1 millones a los que se le suma un decomiso cercano a $203.6 millones, además de estar obligados a admitir públicamente su participación en la conspiración para intentar engañar a los reguladores de consumo.
Stellantis, culpable de la conspiración diésel
Al respecto de la sentencia, Dawn Ison, fiscal federal de Detroit, comentó: “Esperamos que todas las corporaciones traten con los reguladores y el público de manera abierta y honesta. Desafortunadamente, una de las corporaciones más grandes de nuestro distrito no cumplió con ese estándar, lo que resultó en la declaración de culpabilidad de hoy”.
Por su parte, desde Stellantis afirmaron que ya han reservado un total de 266 millones de euros ( $301 millones aprox.) Para solventar este caso, mismos que son suficientes para cubrir el embargo y la multa por la sentencia. Y aún cuando en el pasado negaron abiertamente haber intentado engañar a los reguladores, hoy no tienen otra alternativa que admitir su culpabilidad.
De igual manera el conglomerado afirmó que las reclamaciones de clientes a cerca del consumo de sus vehículos han sido atendidas en su totalidad, por lo que no habrá necesidad de retirar ningún modelo del mercado ni tampoco de hacer un llamado a revisión a los vehículos de la marca que podrían verse afectados por este problema.