¿Recuerdan aquella frase que dice: “cuando los patos le tiran a las escopetas”? Bueno, pues ese refrán de la abuela aplica perfectamente en este caso dado a conocer por Automotive News. Ahora resulta que Carlos Ghosn, el otrora gran hombre de la Alianza Renault Nissan ha demandado a la empresa que le dio de comer por tanto tiempo. ¿La razón? Busca una compensación de 588 millones de dólares por pérdidas y costos, además de 500 millones de dólares en concepto de medidas punitivas.
Ghosn, ex presidente de Nissan Motor Co., presentó la demanda ante el fiscal público del Líbano y en ella no solo acusa a la empresa japonesa, sino a dos compañías más y 12 individuos, de delitos como difamación, calumnia y falsificación de pruebas materiales.
Carlos Ghosn, de demandado a demandante
Ghosn, quien durante muchos años fue el jerarca absoluto de Nissan y Renault fue arrestado en Japón a fines de 2018 y acusado de mala conducta financiera. Por aquel tiempo, el gran hombre afirmó que su detención formaba parte de un complot de ejecutivos de Nissan para bloquear una fusión con Renault, su socio en la alianza automotriz, la cual Ghosn también lideraba.
Al más puro de las películas de espías, en 2019, Ghosn escapó a su país natal, Líbano, oculto en una caja a bordo de un jet privado, alegando que estaba huyendo de un sistema de justicia "corrupto" en Japón. Desde entonces, ha vivido en este país, donde cuenta con protección total contra la extradición.
La demanda fue presentada el 18 de mayo y se tradujo al inglés desde el árabe. En ella Ghosn afirma que las acusaciones graves y delicadas en su contra dejarán una marca duradera en la mente de las personas durante años. Señaló que sufrirá las consecuencias de estas acusaciones por el resto de su vida, ya que tienen un impacto persistente, incluso si se basan en meras sospechas. La demanda busca una compensación de 588 millones de dólares por pérdidas y costos, así como 500 millones de dólares en medidas punitivas.
La demanda también incluye reclamaciones contra varias personas, entre ellas Hari Nada, considerado uno de los principales instigadores del complot para destituir a Ghosn, así como Hidetoshi Imazu, Hitoshi Kawaguchi, Toshiaki Onuma, Masakazu Toyoda y Motoo Nagai, quienes ocupaban altos cargos en Nissan y estuvieron involucrados en las acciones tomadas contra Ghosn.
Un representante de Nissan afirmó que la compañía aún no ha recibido la demanda ni tiene conocimiento de ella, por lo tanto, no puede hacer comentarios ni proporcionar a alguien para que comente sobre las afirmaciones de Ghosn.
Cabe recordar que, en 2020, un panel de la ONU determinó que la detención de Ghosn en una cárcel japonesa durante más de 100 días no era necesaria ni razonable, y violaba sus derechos. Según el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la decisión de arrestar a Ghosn varias veces seguidas para prolongar su detención fue "fundamentalmente injusta".