La marca de Sant´Agata Bolognese dio la bienvenida a más de 40 entusiastas propietarios de vehículos Lamborghini de toda la región de Oceanía para la muy esperada Lamborghini Esperienza Giro Oceanía,en Tasmania. Esta fue la primera vez que la marca se aventuró más allá del continente australiano.
El recorrido, que duró cinco días y que incluyó, tanto coupés como algunos ejemplares del Urus, recorrió más de 300 millas a través de los impresionantes paisajes de Tasmania. El viaje comenzó con una cena en Launceston, una población situada junto al río Tamar.
Al día siguiente, la caravana de la Lamborghini Esperienza Giro Oceanía en Tasmania se prepararon para enfrentar las curvas y contracurvas de algunas de las carreteras más emblemáticas del llamado “quinto continente”.
La siguiente escala fue Cradle Mountain, donde los huéspedes disfrutaron de un almuerzo gourmet seleccionado con los mejores productos locales, en un entorno natural con increíbles vistas.
El recorrido continuó, mientras todos los participantes ponían a prueba sus vehículos en las emocionantes carreteras de Tasmania. Al caer la noche, los huéspedes fueron llevados a una bodega premiada por sus vinos de alta calidad y experiencias gastronómicas excepcionales, para deleitarse con los manjares de la región.
Al tercer día, el convoy se aventuró por las carreteras que serpentean entre el impresionante paisaje del Lago Leake. Foto: Lamborghini
Lamborghini Esperienza Giro Oceanía en Tasmania, una experiencia única
Al tercer día, el convoy se aventuró por las carreteras que serpentean entre el impresionante paisaje del Lago Leake, deteniéndose para un almuerzo en uno de los restaurantes más famosos de la región, desde donde se obtienen increíbles vistas panorámicas de la Gran Bahía de Ostras en la Costa Este de Tasmania. Los Lamborghini recorrieron vistas panorámicas y desafiantes curvas hasta llegar al siguiente sitio de hospedaje, en Hobart.
Al amanecer del día siguiente, algunos de los integrantes de la caravana disfrutaron de los atractivos naturales de Hobart desde una perspectiva muy especial: un emocionante vuelo en hidroavión rumbo a la Isla Bruny, seguido de una degustación de ostras. Posteriormente, fueron trasladados para unirse a la cena de despedida en el Museo de Arte Antiguo y Moderno (Mona), donde se sumergieron en una noche de arte, cultura y delicias culinarias.
