Para nadie es un secreto que Recaro es uno de los fabricantes más prestigiosos de asientos para automóviles. Es, sin más, la autoridad más conocida en este ámbito. Sin embargo. Esta empresa atraviesa un periodo difícil, a tal grado que se ha visto forzada a declararse en quiebra.
La noticia, revelada por el diario alemán Nürtingen Zeitung, afirma que, en estos momentos, el destino de Recaro está en manos de administradores judiciales quienes están a cargo de la dirección en Alemania. Este hecho ha sorprendido a los 215 empleados de la compañía, quienes ahora enfrentan un futuro incierto.
Los nuevos administradores están revisando detalladamente las finanzas de la empresa para determinar si hay alguna posibilidad de rescatarla, aunque las expectativas no son muy alentadoras, según han expresado los líderes del sindicato alemán IG Metall, quienes han señalado: «Esperamos que se consideren todas las opciones para asegurar los empleos y encontrar una solución sostenible».
El futuro de Recaro es incierto
De acuerdo con la información disponible, la situación de Recaro ha empeorado significativamente en los últimos años. La plantilla de empleados ha estado apoyando a la empresa durante estos tiempos difíciles, aceptando reducciones y aplazamientos de salario para mantener la estabilidad financiera. Sin embargo, este apoyo se ha desvanecido ahora que la situación se ha vuelto insostenible.
El futuro de Recaro se definirá en los próximos meses. La empresa, fundada a principios del siglo pasado por Wilhelm Reutter, inicialmente se dedicaba a la construcción de carrocerías para coches de lujo y a la tapicería de asientos. Sin embargo, cuando fabricantes como Porsche comenzaron a producir sus propias carrocerías, Reutter cambió de rumbo y se especializó en la fabricación de asientos.
Fue en junio de 2021, cuando esta empresa fue adquirida por Johnson Controls, otro importante proveedor de la industria automotriz.