Aunque suene a broma del Día de los inocentes, esta noticia fue real y totalmente risible. Sucedió en California y culminó porque a un auto robado ¡Se le agotó la batería!
Según un informe de FOX 11 Los Ángeles, Susan Hirasuna, una de sus reporteras y presentadoras, estacionó su vehículo en West Hollywood para asistir a un concierto en la zona. Después del evento, descubrió que su Tesla Model S había sido robado. Junto a una amiga, se dirigió a una estación de policía, donde se enteraron de que los agentes ya estaban siguiendo el rastro del automóvil debido a una conducción imprudente. Fue entonces cuando Hirasuna recordó algo crucial: la aplicación de seguimiento del Tesla.
La policía inició la persecución y evaluó la posibilidad de llevar a cabo una táctica PIT, que consiste en golpear la parte trasera del vehículo perseguido para hacerlo girar.
¿Poca batería? Mejor esperemos, compañeros
Sin embargo, el sistema de seguimiento del vehículo no solo mostraba su ubicación, sino también el nivel de carga de la batería y, por lo tanto, su autonomía restante. Al ver que tenía menos de 16 millas de autonomía, los agentes optaron por esperar a que se quedara sin batería en lugar de realizar la maniobra.
Las autoridades detuvieron a las tres personas que viajaban en el vehículo robado, uno de los cuales era sospechoso de un violento asalto en Skid Row, donde la víctima fue atacada con un hacha. De hecho, se hallaron rastros de sangre dentro del Tesla, lo que propició que el automóvil fuera remolcado al depósito para una investigación más exhaustiva.
Hirasuna comentó que este incidente ha cambiado su percepción sobre la seguridad de estacionar vehículo en la vía pública. En cualquier caso, resulta notable la habilidad para robar un automóvil tan sofisticado. Igualmente, sorprendente es que los vándalos no consideraran la autonomía de la batería al momento de cometer el delito.