Durante el BMW Group Experience en Greenville, tuvimos oportunidad de conocer, de primera mano, la unidad de control “Heart of Joy”, un sistema que definirá la forma en que se conducirán y se sentirán los futuros autos eléctricos de la marca de Bavaria.
BMW quiere que este concepto se conozca como el “Heart of Joy” que conocimos en Carolina del Sur, pero más allá del nombre, el Vision Driving Experience representa la propuesta más concreta hasta ahora sobre lo que BMW tiene planeado para la Neue Klasse en términos de diseño y tecnología.
Heart of Joy a bordo del Vision Vehicle
Aunque BMW deja claro que este sedán de cuatro puertas, denominado “Vision Vehicle”, no llegará a producción, su apariencia nos sugirió lo contrario.
Su diseño recuerda al que podría ser la próxima Serie 3 eléctrica. Además, con la producción del primer modelo de la Neue Klasse programada para iniciar pronto—el iX3 entrará en fabricación este año—, es lógico pensar que este prototipo ofrece un vistazo bastante realista de lo que BMW podría depararnos para un futuro cercano.
Si bien el auto a bordo del cual hicimos un emocionante recorrido en la pista de pruebas de Spartanburg no es un prototipo de producción en sentido estricto, su propósito es clave: BMW lo utiliza como un laboratorio de pruebas móvil para desarrollar la próxima generación de sistemas de dinámica de conducción.
Este vehículo está diseñado para afinar los sistemas electrónicos que no solo mejoran la seguridad, sino que también garantizan que la experiencia de conducción siga transmitiendo el ADN característico de la marca alemana, incluso en su nueva plataforma eléctrica.
Potencia eléctrica para disparar la adrenalina
En términos de potencia, el Vision Vehicle presume cifras sorprendentes. Según BMW, es capaz de generar 13,269 lb-pie de torque, aunque es probable que esta cifra se deba a una forma particular de medición.
Es posible que la marca alemana esté reportando el torque en las ruedas en lugar de en el cigüeñal, lo que eleva la cifra final debido a la multiplicación del engranaje. No obstante, la compañía sostiene que este nivel de potencia extrema tiene el objetivo de optimizar la conducción diaria.
Otro detalle llamativo del prototipo es su sistema de indicadores visuales en las ruedas, que reflejan el funcionamiento del "Heart of Joy": el verde señala aceleración, el azul indica regeneración de energía y el naranja representa el uso de los frenos de fricción.
Algo que veremos en las calles muy pronto
BMW quiere que sus vehículos de combustión y eléctricos compartan una estética similar tanto por dentro como por fuera, aunque cada uno tendrá su propia identidad en términos de conducción.
Para asegurar que los eléctricos mantengan la esencia de la marca, este modelo conceptual está sirviendo como herramienta para afinar la dinámica de conducción y probar la resistencia de las nuevas tecnologías.
La idea es que, en el futuro, los conductores realicen menos ajustes al volante, ya que BMW promete un nivel de precisión superior y una tracción optimizada. Además, en situaciones de manejo relajado, sistemas como el Control de Crucero Activo, el freno de estacionamiento, Auto Hold y el start-stop trabajarán en conjunto para mejorar la experiencia a baja velocidad.
BMW describe la conducción de “Heart of Joy” como “armoniosa y silenciosa”, lo cual no deja de despertar algunas interrogantes, sobre todo considerando que en la actualidad son pocos los coches eléctricos que despiertan tantas emociones como lo haría un auto de combustión interna.
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