El Pontiac Ghost Car nos lleva a meditar en el hecho de que en la actualidad, cuando la tecnología aplicada en los autos muestra cosas que hasta hace poco tiempo parecían impensables, hace algunas décadas, concretamente a mediados del siglo pasado, el mundo automotriz era algo completamente diferente, mucho más sencillo.
Por aquellos tiempos, los ingenieros y creativos pensaban en formas singulares para llamar la atención de los probables compradores. Claro, nadie por aquel entonces se imaginaba que alguna vez los coches pudieran conducirse solos o que contarían con neumáticos capaces de rodar aún cuando estuvieran pinchadas.
Para General Motors, el futuro era algo distinto y así lo demostró durante el New York’s World Fair de 1939, cuando presentó el Pontiac Ghost Car, conocido por muchos como el “coche fantasma”, debido a su carrocería transparente.
Basado en un Pontiac Deluxe Six, el “coche fantasma” fue una creación de GM y la compañía química Rohm & Haas, inventora, nada más y nada menos que del Plexiglás.
La historia narra que Rohm & Haas habían estado trabajando en cristales laminados, y el Plexiglas fue un descubrimiento resultado de esta investigación. Como muchos saben, el Plexiglás es un plástico transparente, fácilmente moldeable y sumamente resistente.
No en vano el Plexiglás fue uno de los materiales más utilizados durante la Segunda Guerra Mundial, donde fue utilizado para crear las cubiertas de las cabinas de aviones caza y bombarderos.
Sin embargo, en el Pontiac Ghost Car, este resistente material llevaba como objetivo demostrar su maleabilidad. El Plexiglás permitía apreciar todos los componentes mecánicos del auto, desde los paneles de las puertas hasta el motor e incluso los elementos de la transmisión y tren de rodaje.
Lo increíble de todo es que el Pontiac Ghost Car era un auto completamente funcional, porque a final de cuentas ningún aspecto mecánico había sido alterado. Hoy en día, ocho décadas después de su presentación, el auto sigue manteniendo su aspecto impresionante.
GM construyó un segundo modelo del Pontiac Ghost Car
Fue tal el éxito de esta primera versión, que General Motors se apresuró a construir un segundo modelo para la Golden Gate Exposition, en San Francisco. Este segundo coche fantasma tomó como base el Pontiac Torpedo. Lamentablemente, el segundo Pontiac Ghost Car fue destruido años después.
Luego de su presentación, el primer Pontiac Ghost Car realizó un tour de varios años a través de todo Estados Unidos, terminando su carrera en el Smithsonian Museum de Washington D.C., donde estuvo en exhibición hasta el año 1947.
Posteriormente pasó por manos de diversos propietarios. En 1973 tuvo una fugaz aparición en la reunión del Pontiac-Oakland Club International. A finales de esa misma década fue restaurado parcialmente.
El Ghost Car continuó por las manos de diversos propietarios hasta que en el año 211 fue subastado, alcanzando la cifra de 308.000 dólares. Actualmente se encuentra en manos de un coleccionista estadounidense quien lo conserva con 86 millas en el odómetro.