Autoproyecto tiene la curiosa impresión de que podría tener más repercusiones el fiasco de las promesas de Hyundai sobre economía de combustible, en que la compañía está pagando a los compradores por haber publicitado cifras falsas sobre ese rubro para varios de sus productos. Ahora la Agencia de Protección Ambiental se ha concentrado en el Fusion de Ford y en el totalmente nuevo híbrido C-Max después que la revista Consumer’s Report informó que los resultados de sus pruebas no llegaron siquiera a acercarse a las 47 mpg (en carretera) anunciadas por la fabricante. Aunque no hubo ninguna respuesta oficial de Ford, Autoproyecto cree que las pruebas de la EPA para los modelos gasolina-eléctricos son las culpables de las discrepancias. Su propia experiencia con esos vehículos le indica que en el manejo en la vida diaria no hay posibilidad de alcanzar las cifras publicitadas. En otras palabras, son los sistemas de pruebas lo que tienen la culpa y no los fabricantes.